De Juan Carlos a Juankar, el extremo exzaragocista hoy del Málaga

¿Quién recuerda al futbolista madrileño de 28 años que jugó en el Real Zaragoza en la temporada 2011-12 en Primera División con solo 21, recién salido del RM Castilla?

A la izda., Juan Carlos caído en el césped de La Romareda en 2011, en su etapa en el Real Zaragoza. A la dcha., Juankar en un partido reciente con el Málaga.
De Juan Carlos a Juankar, el extremo exzaragocista hoy del Málaga
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En Zaragoza era Juan Carlos. A lo sumo, Juan Carlos Pérez, por aquello de distinguirlo en las estadísticas históricas de otro Juan Carlos, el almudevarense Justes, que había jugado dos décadas atrás en el Real Zaragoza. Jugaba con el '11', de extremo zurdo y vino al equipo aragonés procedente del RM Castilla, en un paquete doble con el central Mateos. Es más, se trató, la suya, de la única presentación oficial con un póquer de jugadores poniéndose de largo a la vez como zaragocistas, pues los dos jóvenes merengues fueron enseñados a la afición aragonesa simultáneamente junto a otro doble 'pack' que vino del filial del Barcelona: Edu Oriol y Abraham.

Ahora, desde hace ya un tiempo, responde al nombre futbolístico de Juankar. Uno de esos esnobismos que se dan en el fútbol moderno, los del cambio de nombre sobre la marcha sin atender a más razones que a las de la decisión del protagonista. Así, por ejemplo, el portero Cuéllar (hoy en el Leganés), un buen día quiso que se le llamara Pichu, con éxito dispar. Este año, el central del Oviedo Christian Fernández, ya superados los 35, instó a todo el mundo a que lo llamaran Bolaño (segundo apellido de su padre), después de década y media bajo su nombre compuesto universalizado. Tampoco está triunfando su propuesta.

Pues bien, este Juankar, antes Juan Carlos (Pérez), es el único futbolista del Málaga, rival del Real Zaragoza este domingo tras unos cuantos años sin encontrarse en competición, que tiene pasado en las filas blanquillas. El jugador de Boadilla del Monte (Madrid) solo estuvo un año en el club zaragozano, la temporada 2011-12, en plena decadencia del agapitismo, que estaba ya próximo a meter al viejo club en el caos más absoluto y en la ruina cuasi mortal de la que, con la llegada de la nueva propiedad hoy vigente, aún se intenta levantar hacia la vida. Fue la temporada que comenzó Javier Aguirre y que terminaría Manolo Jiménez, tras la destitución en plenas fiestas navideñas y de fin de año del técnico mexicano. Aquella de la pretemporada en Inglaterra (Leicester, Londres, Norwich, Wolverhampton) y del final épico en Getafe, ganando 0-2 en la última jornada para sellar una milagrosa permanencia en Primera que era la segunda consecutiva, tras la polémica (y aún viva) del año anterior, en el campo del Levante.

Ahí, con Antonio Prieto y Pedro Herrera aún ejerciendo de máximos responsables del área deportiva de la SAD, Juankar, entonces Juan Carlos, fue uno de los fichajes. Jugó en 24 partidos -solo 4 completos, solo 8 como titular- y marcó 3 goles (dos inútiles, en una derrota por 4-3 en el campo del Betis, y otro muy útil, en el revitalizante triunfo por 0-2 en Cornellá-El Prat ante el Espanyol). Poco más de 1.100 minutos lució su casaca con el número 11 a la espalda. Con solo 21 años recién cumplidos por aquel entonces, Juankar-Juan Carlos fue habitual en todas las convocatorias de la selección sub-21 de España durante aquel curso, contra Georgia, contra Croacia, contra Suiza...

No funcionó en Zaragoza. No cuajó. No hizo pie. Y fue traspasado el verano siguiente al Betis. Su paso por La Romareda fue fugaz. Sus goles, escasos, los marcó siempre a domicilio, nunca pudo cantar uno ante la afición aragonesa. No salió bien su apuesta. No fue feliz en el maremágnum que era ya por entonces aquel turbio Real Zaragoza, en todos sus estamentos.

Eso sí, siempre ha jugado en Primera División... hasta esta temporada. Dos años en el Betis, un paso fugaz por el Granada y, luego, tres campañas con el Málaga en la élite, con el que descendió el verano último. En ese viaje, Juan Carlos mutó a Juankar. Y ahora no va a llegar a pisar La Romareda porque sale de una lesión seria de rodilla que lo apartó del equipo tras la 5ª jornada, a mitad de septiembre. Lleva 4 meses de baja y, justamente esta semana, ha vuelto a trabajar en busca de estar de nuevo apto para Juan Ramón L. Muñiz, el entrenador malacitano. Antes, Juan Carlos-Juankar participó en las primeras jornadas e, incluso, anotó uno de los goles en el estreno liguero del Málaga en Lugo, donde ganó por 1-2.

La figura de Juan Carlos Pérez, ahora Juankar, para muchos cabrá incluirla en ese amplio vagón de futbolistas de ida y vuelta, de aluvión, de trajín de despachos constante, que significó el agapitismo durante 6 largas temporadas. Jugadores sin radicación, sin trascendencia para la gente, sin hechos que recordar tan apenas. Con 28 años, este es el único eslabón que une al Málaga y el Real Zaragoza en los tiempos modernos y en la actualidad. Sirva su mención como paradigma de lo que ha sido el devenir zaragocista en los últimos tiempos, aquellos que comenzaron con el agapitismo en 2006 y cuyas consecuencias permanencen activas, como los viejos volcanes. Años en los que cuesta poner cara y vincular con nombre a un buen ramillete de jugadores que por Zaragoza pasaron.

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