Gijón, estreno del 'método Fernández' como visitantes
El nuevo entrenador del Real Zaragoza, que debutó con éxito ante el Extremadura en casa antes del parón navideño, afirma que su intención es que el equipo juegue igual a domicilio.
El Real Zaragoza se prepara para volver a la competición en Gijón tras el parón navideño y lo hace con un ambiente de calma derivado de la vital victoria por 2-1 ante el Extremadura en La Romareda el pasado día 22 de diciembre. Un día balsámico en el que, después de 3 meses de espiral negativa y de desvanecimiento del equipo hasta la parte más baja de la tabla clasificatoria, confluyeron infinidad de vectores positivos en torno al zaragocismo: el triunfo, el abandono de los puestos de descenso, el feliz debut de Víctor Fernández como tercer entrenador del curso, la vuelta de un fútbol con argumentos palpables sobre el césped, la reactivación de futbolistas que venían en franca depresión...
El final de 2018, por el torbellino de acontecimientos que tuvieron al Real Zaragoza como protagonista, dejó un buen paladar tras tanta acritud arrastrada desde octubre. Víctor Fernández ha asumido en estos días de pausa que provocan la Nochebuena y la Nochevieja un papel de catalizador y purificador de sensaciones y ánimos dentro del vasto colectivo zaragocista. Por sus atinadas comparecencias públicas previas al súbito debut ante los extremeños, por su rueda de prensa posterior a ese partido, por las consiguientes entrevistas concedidas en prensa y televisión tras las breves vacaciones, por su aura de fácil digestión en tiempos de desorientación entre la afición blanquilla.
Fernández logró ejercer de reconstituyente del equipo en La Romareda frente al Extremadura. Lo anunció oralmente y lo pudo plasmar después sobre el césped a través de un equipo revolucionado con 5 cambios respecto del que dejó como última foto suya Lucas Alcaraz en La Coruña días antes. Y, lo más importante, con un método táctico de renuncia frontal a dibujos y esquemas preestablecidos, propugnando un 'estilo' por encima de mecanismos más estrictos. Una fórmula que los futbolistas, como se vio ese día -y Víctor ha subrayado posteriormente-, han admitido como válida y se han volcado en ejercerla durante los partidos en lo sucesivo.
Y ahí, en estos momentos, llega el segundo momento clave de esta recién estrenada nueva era -la tercera- de Víctor Fernández como entrenador del Real Zaragoza: el primer partido fuera de casa, como visitantes, este próximo sábado en El Molinón-Enrique Castro Quini frente al Sporting de Gijón. El técnico aragonés, fiel a su viejo discurso de siempre, aseguró en sus entrevistas del recién pasado fin de semana sin liga que su intención es la de jugar de manera similar en casa y lejos de La Romareda. No quiere Víctor que su Zaragoza sea un bloque de dos caras. Por esto, lo de Gijón es un acontecimiento lleno de interés, de seducción a priori. Se va a ver al primer Zaragoza forastero de Víctor Fernández, con la sana idea de que exista una continuidad en cuanto a táctica, aplicación, conducta y rendimiento gemelos al que los futbolistas dieron en el bautismo de Fernández ante el Extremadura en su papel de locales.
Esto, viniendo de imágenes patéticas en los duelos que Lucas Alcaraz dirigió últimamente lejos de casa (La Coruña, Alcorcón, Elche en su día...), es un acicate tremendo para la plantilla. Y, por la relevancia que puede tener una reacción positiva de cara a la presionante segunda vuelta del torneo que aguarda al Real Zaragoza (pues deberá sumar muchos puntos para salir del atolladero de la cola de la clasificación de forma obligatoria), se trata de un asunto mayor en cuanto a la implantación de la 'doctrina Fernández' en la caseta blanquilla.
Este es el valor del Sporting de Gijón-Real Zaragoza de este sábado próximo en El Molinón (16.00). Algo de mucha chicha. Muy parecido a las expectativas que se generaron en el estreno de Víctor Fernández ante el Extremadura hace 10 días. ¿Iba a ser capaz Víctor de asear el juego de un equipo que daba la imagen de ser ramplón y escaso?, era la pregunta de hondura que cabía hacerse entonces. Ahora, la cuestión sigue vigente respecto del rendimiento que el Real Zaragoza ha dado fuera de casa en la mayoría de sus desplazamientos de este curso, en especial en los de la crisis del último trimestre. En Asturias, el plantel dará respuesta respecto de las intenciones que su nuevo entrenador les ha trasladado para aplicar, ya mismo, cuando el equipo sea visitante.
