Puertas abiertas a la ilusión en el Real Zaragoza

El equipo regresa hoy a los entrenamientos con las energías renovadas, en una sesión que podrá ser presenciada por el público

Víctor Fernández dirige el entrenamiento en la Ciudad Deportiva.
Víctor Fernández dirige el entrenamiento en la Ciudad Deportiva.
Francisco Jiménez

El Real Zaragoza vive una fiesta permanente desde el pasado sábado. Fiesta cuando juega y fiesta cuando descansa. De todo ha habido en este tiempo de esperanza con este Zaragoza que acaba de nacer con Víctor Fernández. Después de superar al Extremadura (2-1) elevado por un fútbol desconocido desde hace tanto tiempo en La Romareda, la plantilla profesional inició las vacaciones navideñas, paréntesis que se clausuró ayer. Hoy, el equipo volverá a los entrenamientos con la sesión programada a las 11.00 en la Ciudad Deportiva. Este ensayo podrá ser presenciado por los aficionados. Magnífica oportunidad para que los niños asistan, dado el periodo vacacional escolar.

La súbita rehabilitación del Zaragoza desde la aparición de Víctor Fernández en el banquillo ha abierto de par en par las puertas de la ilusión. Es cierto que solo ha jugado un partido y, además, ante un rival del segmento bajo de la tabla. Tan cierto como que, con los cuatro días (o tres...) que el nuevo técnico llevaba en el banquillo, resulta complicado hacerlo mejor. Esas mismas puertas abiertas a la ilusión las compartirá esta mañana el Real Zaragoza con sus aficionados. Aprovechando las vacaciones de Navidad, se permitirá la entrada de los seguidores a las gradas de la Ciudad Deportiva correspondientes al campo 5, habitual escenario de los partidos del Aragón y del Zaragoza juvenil.

Después del festejo futbolístico, de las burbujas para celebrar el regreso y la evocación de los tiempos de grandeza, Víctor Fernández comenzará a preparar esta nueva etapa, con careos inmediatos tan exigentes como los que determinan los rasgos del Sporting de Gijón y del Málaga, encuentros con la realidad verdadera de una competición y de una clasificación que continúan envueltas de dificultades, pese al primer y trascendental paso dado ante el Extremadura.

En este nuevo tramo preparatorio, que tendrá como primera meta el partido fijado el próximo sábado día 5 de enero en Gijón frente al Sporting, el técnico, además de ilusiones, recuperará a futbolistas vitales en la arquitectura zaragocista. Independientemente de la reactivación global lograda, las mermas físicas que habían lastrado durante todo lo que llevamos de curso a hombres como Papunashvili o Raúl Guti han desaparecido.

Ya ha vuelto Raúl Guti, el todocampista que se lesionó dejando al Zaragoza a la puerta del ascenso y acaba de regresar ahora que el equipo del león rampante habita al borde del descenso. También volvió, con un señor gol incluido, Papu. Hay más. Íñigo Eguaras, motor de muchos sueños y bastantes realidades durante el pasado ejercicio liguero, está mejor. No participó en la exhibición ante el Extremadura, pero esa lesión de pubis que le dolía a todo el zaragocismo ya ha dejado de atormentar al navarro. Eguaras ya entrenó a un muy buen nivel a las órdenes de Víctor Fernández en los días previos al partido ante el Extremadura. Eguaras ya puede mover la pelota sin dificultad, sin dolor en el golpeo ni en los giros más bruscos. Se trata de un futbolista esencial en la concepción del fútbol aragonés. Su reaparición se intuye inminente. Incluso podría jugar en Gijón. Otra magnífica noticia para este Zaragoza que ha vuelto a abrir las puertas a la ilusión. La ilusión que mueve montañas, la que gana partidos.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión