En 4 de los 6 partidos con Alcaraz el Real Zaragoza no marcó gol

Este rotundo dato, que alude a los defectos ofensivos del equipo, está siendo difuminado por los también severos problemas en defensa.

Pombo, tras anotar el 2-2 ante el Mallorca, el último gol marcado por el Real Zaragoza hasta ahora.
En 4 de los 6 partidos con Alcaraz el Real Zaragoza no marcó gol
Oliver Duch

El Real Zaragoza, que afronta ante el Córdoba este domingo, 9 de diciembre, un partido lleno de exigencias, se encuentra en una encrucijada de problemas de índole técnico-táctico que su entrenador, Lucas Alcaraz, debe solucionar con celeridad y atendiendo a más direcciones de las que, en un principio, parece. Porque los defectos estructurales del equipo son múltiples y afectan a órganos vitales del armazón futbolístico.

En las últimas semanas, a consecuencia de las enormes penalizaciones que están generando en la solvencia del Real Zaragoza sus errores defensivos (goles letales en Alcorcón, ante el Cádiz, frente al Mallorca, en Elche, contra el Granada...), parece que todos los planes de cirugía interna se han dirigido a ese flanco: el sistema defensivo y de contención de los ataques de los rivales. Asimismo, la carencia de generación de fútbol en la línea medular, con un Eguaras menoscabado por su difícil lesión pubálgica y sin la aparición de centrocampistas con capacidad de mando en lo que va de curso, está siendo escrutada por los técnicos en busca de una mezcla de hombres (ya sean tres, cuatro o hasta cinco, con los laterales) con la que obtener mayor fluidez, conducciones y combinaciones que lleven peligro al área rival. Por ahora, las intenciones de los responsables del ámbito deportivo del club no han dado con la reparación adecuada en ninguno de las dos taras.

Singularmente, la tercera mácula grave del equipo, la que hace referencia a sus enormes dificultades para marcar goles, hecho que se ve reflejado en los pocos disparos a puerta que hace el Real Zaragoza en cada uno de sus últimas citas ligueras y en las escasas pelotas que se meten en el área adversaria con aroma de peligro (centros o pases filtrados), está quedando difuminada en un segundo plano de importancia cuando, como parece obvio, es un asunto mayor a solventar.

Los números, la estadística, grita con fuerza últimamente la severidad de este mal: en la breve etapa de Lucas Alcaraz al frente del banquillo, una vez sustituyó a Imanol Idiakez hace mes y medio, el Real Zaragoza se ha quedado sin marcar gol en 4 de los 6 partidos disputados con el técnico andaluz al frente del cuadro de mandos. Tremendo síntoma.

En los dos primeros partidos con Alcaraz, el Zaragoza no vio puerta: perdió 2-0 en Elche y repitió, en La Romareda, por 0-2 ante el Granada. Y lo mismo ha ocurrido en los dos últimos: derrota por 2-0 en Alcorcón y, hace unos días, por 0-1 en casa frente al Cádiz. Cuádruple cero en el haber de los hombres atacantes del equipo. Los dos partidos intermedios, con el 1-3 logrado en Tarragona a modo de oasis y el 2-2 en La Romareda con el Mallorca, suponen los únicos amarres a la esperanza en este importante factor del juego, el que hace referencia a la consecución de los goles.

Frente al Córdoba, el equipo más agujereado por los rivales en sus porterías, con 33 dianas recibidas por sus porteros en 16 partidos, este defecto zaragocista debería dar muestras de mejoría, de alivio, de restitución de alguna buena praxis que permita ver con esperanza el futuro inmediato. Porque, sin goles, no hay triunfos ni puntos ni reacción posible. Y las credenciales de la 'fase Alcaraz' en este sentido son realmente pobres.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión