103 días de condena en La Romareda

En una nueva muestra de impotencia ante sus aficionados, el Real Zaragoza prolonga frente al Cádiz su nefasta racha en su estadio, donde no gana desde hace casi cuatro meses.

Los jugadores del Real Zaragoza, en los prolegómenos del partido contra el Cádiz.
Los jugadores del Real Zaragoza, en los prolegómenos del partido contra el Cádiz.
José Miguel Marco

La última vez –y única esta temporada– que el Real Zaragoza ganó en La Romareda fue el pasado 19 de agosto. Aquella jornada inaugural, en pleno verano, el conjunto blanquillo derrotó al recién ascendido Rayo Majadahonda (2-1). Un arranque esperanzador que se ha emborronado con el paso del tiempo. Nada más y nada menos que 103 días de condena acarrea el aficionado zaragocista sin celebrar un triunfo casero de su equipo. Una nefasta racha que explica por qué la zona de descenso se halla bajo los pies.

Los dos compromisos consecutivos como anfitrión que debía afrontar la escuadra dirigida por Lucas Alcaraz –contra el Cádiz y el próximo domingo contra el Córdoba– se antojaban como el atajo más directo hacia la redención de un plantel extraviado y desnortado. Un guiño de un calendario que deparaba esta doble opción al calor de la fiel masa social. Pero no. Como volvió a quedar demostrado ayer, la fiabilidad no habita entre las cualidades zaragocistas, que emitieron alarmantes señales de impotencia y de incapacidad.

No es de extrañar que parte de la grada mostrara anoche su desaprobación ante el deficiente rendimiento que exhibe el equipo en cada una de sus comparecencias. Son casi cuatro meses sin abrazos triunfales. Un castigo insoportable.

Los números zaragocistas en La Romareda constituyen una invitación inexorable hacia el fracaso. Siete puntos sobre los 24 posibles. Siete goles anotados en ocho choques, con un promedio inferior a la unidad. Una victoria, cuatro empates y tres derrotas. No asoma ningún dato que invite a la esperanza.

Este viacrucis arrancó en la tercera fecha, con la visita del Las Palmas de Manolo Jiménez. Una diana de Álvaro Vázquez hizo justicia a los méritos acumulados en una satisfactoria primera mitad. Pero tras la reanudación, el guión viró bruscamente en favor de los canarios, que empataron por mediación de Rafa Mir.

Las miserias afloraron en la sexta jornada, contra el Lugo. Carlos Pita y el exzaragocista Jean Marie Dongou profanaron La Romareda en lo que se consideraba un accidente, pero que en realidad ha demostrado ser una fatal tendencia.

Dos semanas después, Osasuna se llevó un punto a Pamplona empatando en el segundo tiempo con un tanto de Brandon Thomas que neutralizaba el de Verdasca. Un resultado que se repitió con el Tenerife, con un final doloroso. Javi Ros parecía sellar el triunfo tras convertir un penalti en el minuto 88, pero Bryan Acosta sembró la desilusión en una acción a pelota parada en el descuento.

Granada (0-2), Real Mallorca (2-2) y ahora el Cádiz se suman a esta lista de verdugos blanquillos. Ante el Córdoba debería dinamitarse esta inercia.

[Lea aquí la crónica del partido Real Zaragoza - Cádiz]

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