La segunda mitad del partido contra el Mallorca, con la imponente reacción del equipo, le marca el camino a Lucas Alcaraz rumbo al estadio del líder, el imperturbable Alcorcón, un rival que solo ha encajado seis goles en la temporada y ha dejado la portería a cero en 10 de los 14 partidos. Un hueso. El técnico del Real Zaragoza es consciente de por dónde pasan las coordenadas para un crecimiento sostenido en el juego y en los resultados, una recuperación que anime una escalada clasificatoria. "Nuestra mejora debe residir en que el equipo sea más fiable y regular. El equipo tiene que ser más compacto y llevar el partido de forma más regular. Debemos ser más fiables en determinados tramos del partido", señaló el técnico, en clara referencia a la dispersión que sufren sus jugadores en los momentos iniciales de los encuentros, cuando se concentran los goles encajados, casi siempre por errores evitables, de atención.

Una losa que está condenando al Real Zaragoza a navegar contra la corriente en los partidos y a perder puntos de modo constante. Alcaraz exige concentración, pero también que los futbolistas se acerquen a su verdadero potencial, como así se hizo contra el Mallorca tras el descanso. "En Alcorcón, tenemos que jugar con nuestra mejor versión. Hay que ser cautos, pero al jugador hay que exigírsela siempre", indicó. "Vamos a Alcorcón con el convencimiento de que podemos hacerlo bien", confió, antes de su análisis del rival: "Es un conjunto que tiene gran capacidad de no encajar goles", alertó, poniendo el énfasis en su fortaleza como local y en sus razones: "Es un campo un poco más pequeñito, pero para los dos. "No hay que buscar el motivo, sino la solución e ir allí con toda la decisión y determinación de que se pueden hacer las cosas bien, allí o en cualquiera de los campos". Y añadió: "Tenemos que intensificar todas las facetas, necesitamos un alto nivel de activación, de exigencia y de acierto", apostilló.

Lucas Alcaraz espera que de Alcorcón el Zaragoza saque un nuevo brote verde, una señal de que su dinámica puede girarse en sentido positivo. "Nos hacen falta más victorias y algunas parece que te dan algo más. Cualitativamente, te dan más, y por eso hay que afrontarlo con mayor ilusión", aseguró.

Una de las cuestiones tácticas que brindó la reacción del Zaragoza en la segunda mitad contra el Mallorca fue la reunión de tres delanteros: la entrada de Gual le ubicó en un espacio intermedio, en la mediapunta, donde permutó posiciones con Pombo, mientras Álvaro Vázquez permanecía como referencia. Alcaraz, pese al filo ofensivo de aquel día, no contempla alinearlos de inicio juntos con el actual sistema, sino que opta por guardar a uno en el banquillo, con un rol revulsivo: "Para partidos enteros lo veo complicado porque si juegas con tres atrás y tres arriba te quedan sólo dos para el medio. Una de las peleas más importantes en Segunda División se centra en el medio y para jugar con tres arriba y tres atrás tienes que tener una capacidad de piernas y de energía bastante importante", explicó el entrenador del Real Zaragoza.