Cambios para el cambio del Real Zaragoza

Lucas Alcaraz moverá el once titular en Tarragona buscando la obligada reacción

Álex Muñoz, en la sesión de entrenamiento del sábado.
Álex Muñoz, en la sesión de entrenamiento del sábado.
Daniel Marzo

Cuando se buscan resultados diferentes, no conviene hacer siempre lo mismo. El aforismo lo encarnará el Real Zaragoza mañana a las 21.00 en el Nou Estadi de Tarragona ante el Nástic. Lucas Alcaraz persigue una reacción que revierta la actual situación del conjunto aragonés. Para ello planteará variaciones en la alineación y probablemente también en el dibujo respecto al once y al esquema con que se perdió ante el Granada el pasado domingo y se cayó a la zona de descenso.

Antes del inicio de la semana, el desarrollo del último careo ya obligaba a mudar la alineación. Las lesiones y sanciones apadrinaban las variaciones. La irresponsable expulsión por doble amonestación propiciada por Alberto Benito forzaba la primera permuta, que afectaba en el lateral derecho. En el centro de la defensa, la modificación la trajo tras de sí la lesión en la rodilla que sufrió el defensa Simone Grippo. Una vez concluido el careo ante el Granada, en el entrenamiento de recuperación se desveló la dolencia que también sufría Oliver Buff en la rodilla. Benito y su excesivo ímpetu, el mal giro de Grippo, la fragilidad de Buff: tres bajas seguras para visitar mañana Tarragona.

En cualquier caso, el giro, el volantazo que se adivina, no obedece exclusivamente a sanciones y lesiones. Lucas Alcaraz quiere cambiar, y este imprescindible cambio necesita a su vez cambios para obrarse. Cambios de hombres e incluso de sistema. Los resultados y sobre todo la entidad del fútbol elaborado cuestionan hasta la geometría, hasta la arquitectura táctica de un Zaragoza carente de solidez estructural para resistir y para edificar.

En el primer tramo de la semana, Lucas Alcaraz se centró en el análisis de la derrota ante el Granada. Con el avance paulatino de los días, comenzó a preparar el trascendental encuentro de mañana en Tarragona. Además de intentar rehabilitar físicamente a un colectivo incapaz de exhibir músculo, labor en la que anda centrado el preparador físico Javier Chocarro, Alcaraz comenzó a probar y probar. Ante el Elche, pese a la derrota, el técnico encontró fortalezas en el Zaragoza. Por eso conservó el esquema y a los hombres (a excepción de Marc Gual) que comparecieron en el Martínez Valero ilicitano. El partido ante el Granada le gustó menos a Alcaraz. Por eso las pruebas han sido mayores esta semana. Es posible, incluso probable, que todas estas alternativas barajadas se plasmen sobre el Nou Estadi.

Siempre con Cristian al cuidado de la gatera, atrás el Zaragoza podría salir con tres centrales. Es una posibilidad que abanderaría la apuesta por Verdasca, Perone y Álex Muñoz para tratar de robustecer el eje defensivo. La versatilidad de Julián Delmás y de Dani Lasure en los costados pueden hacer una defensa de cinco cuando el balón lo posea el rival. Es decir, Lucas Alcaraz pretende asegurar atrás. Esta premisa defensiva, en caso de cuajar en la alineación inicial de mañana, también cambiaría el centro del campo. Con Igbekeme, el regreso a la alineación de Javi Ros relegaría al banquillo a Eguaras o a Zapater. El mismo Íñigo Eguaras narró esta misma semana los dolores que todavía padece, derivados de la lesión en el pubis que ha lastrado su inicio de temporada. Lucas Alcaraz también loó a Javi Ros este mismo viernes, uno de los mejores jugadores en el inicio del curso.

En el área cercana a la finalización, Jorge Pombo, con muchas opciones de ser ubicado en la llamada zona de incertidumbre, es decir, de enlace con el (o los) punta(s), y no como hombre más avanzado. Como acompañante, Marc Gual y/o Álvaro Vázquez. Un dato más para bosquejar el dibujo que Lucas Alcaraz pintará sobre el Nou Estadi: el técnico prevé un partido cerrado, de pocas ocasiones. Es decir, escasas pero muy elegidas llegadas de hombres frescos cuando aparezcan arriba. Y menos concesiones todavía atrás, donde la defensa de tres constituye una posibilidad, igual que el regreso de Javi Ros. Todos estos cambios deben obrar el cambio que persiguen Lucas Alcaraz y el Zaragoza.

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