Cristian Álvarez, el líder necesario

Cristian Álvarez las ha visto de todos los colores en el fútbol, por eso su relato de las cosas transmite tantas experiencias y profundidad de conocimiento. Habla desde una normalidad y una franqueza de cualquier asunto que convence de inmediato. Por eso, su voz, en estos momentos, es un foco de referencia que escuchar en plena crisis de resultados, credibilidad, fe, emociones… El mundo se resquebraja bajo los pies del Real Zaragoza, pero Cristian se empeña en arrojar soluciones con su tono de serenidad y naturalidad. Así es el mensaje de un líder sin distintivo que lo identifique como tal. Alguien a quien fuera y dentro del vestuario se le escucha con respeto y solemnidad. “No hay otra, no hay año pasado, no hay expectativas. La realidad nos marca que estamos en puestos de descenso. Tenemos que salir y a partir de ahí empezar a construir. Necesitamos un respiro, una alegría, porque esta situación desgasta mucho”, indicó este miércoles el portero del Real Zaragoza.

A la hora de hablar de las razones de esta caída, Cristian Álvarez se aleja de las cuestiones tácticas, sistemas de juego, estados de forma física y otros conceptos más o menos complejos. Para él, y nadie mejor que él lo representa si se observa su carrera, el fútbol se construye de emociones y confianza. “Hay que mantenerse fuertes en una situación tan negativa como esta, pero sobre todo es muy importante tomar conciencia de la situación que estamos pasando, hacer autrocrítica de lo que hemos hecho mal porque todos somos responsables, y a partir de ahí, volver a encontrar en el interior de cada uno la confianza para hacernos fuertes", señaló. “Estamos en una dinámica muy mala, hemos empezado a perder puntos, se nos dieron resultados muy adversos que nos fueron mermando la confianza y se está haciendo muy difícil salir", añadió.

Para Cristian, la solución primordial reside en ganar un partido cuanto antes. Desde ahí, todo se observará de modo distinto, con alivio, con algo más de seguridad en sí mismo: "La situación es la que es. Estamos en el fondo de la tabla, con necesidad urgente de puntos. Es una situación comprometida sin lugar a dudas, dentro del club, fuera, para la ciudad, en todos los sentidos". El portero del Real Zaragoza evitó entrar en debates tácticos y estéticos: "A mí me contrataron para defender la portería e intentar que el balón no entre ahí, el tema de los sistemas tácticos es cuestión del entrenador. No puedo entrar ahí porque no me corresponde, si te puedo decir que tenemos que ser once leones en el campo, que es como tenemos que ser de ahora al final de temporada".

En todo caso, sí que entiende que un primer paso es, precisamente, evitar que él deba volverse día sí y día también a recoger un balón de sus redes: "Creo que jugar con más seguridad defensiva supondría atacar menos. La necesidad de la portería a cero es algo que venimos necesitando porque hace muchas jornadas que no la obtenemos. Puede que meternos atrás sea una solución, pero creo que es el momento de tener al compañero más cerca de la pelota. Lo que más urge es ganar y dejar la portería a cero es importante para ello", explicó.

Su discurso giró de nuevo al terreno psicológico: "Estamos limpiando la cabeza, mentalizados en el partido de Tarragona. No nos podemos permitir regocijarnos en lo negativo porque esto va hacia delante. Tenemos que ser positivos para sacar la situación. Nuestra meta es entrenar a tope, estar mentalizados las 24 horas para que el lunes, tengamos los tres puntos", argumentó.

Desde su posición, a la hora de hablar de las chanzas, insultos y sarcasmo que sufrió el equipo, algunos de sus futbolistas, en la derrota del Granada, Cristian Álvarez cree que esa unión que amenaza con romperse se puede reconducir. "Nosotros somos los encargados de generar ese cambio, de empezar a devolverles la ilusión, y que esos pitos se conviertan en aplausos. Tratamos de absorber lo menos posible de lo que viene de lo externo. Lo negativo nos resta y hoy tenemos que centrarnos en cosas que nos sumen", aseveró. “No me quiero acordar del año pasado. Ahora es el momento de jugar con soltura, con valentía, de saber vivir con lo negativo La Romareda es intensa, muy explosiva, y tenemos que saber jugar con eso. Hay que tener personalidad y carácter, porque es lo que nos va a llevar a tener resultados buenos”, subrayó.

Y en ese punto, a modo de despedida, puso su veteranía, sus kilómetros en el fútbol, al servicio del grupo. Como consejero, faro espiritual y líder: "En el fútbol, al final te das cuenta de que las situaciones te van haciendo un hombre. Los más mayores tenemos que darles el apoyo máximo (a los más jóvenes) y luego tienen que entender que sino pertenecen a ese tres por ciento de jugadores de élite de equipos como Real Madrid o Barcelona, van a vivir más momentos duros que lindos", apostilló.