Lucas Alcaraz lleva 72 horas a todo tren con su nueva plantilla, la del Real Zaragoza. Y le faltan solo 48 para estrenarse en partido oficial, el domingo en Elche (20.30), un escenario complicado. El nuevo técnico zaragocista compareció este viernes por primera vez en la previa de un duelo de liga, en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva. Entre los diferentes aspectos relevantes de tan importante momento para él, para el equipo y para la SAD, el granadino se refirió al estado de ánimo y al talante de los jugadores, a lo que ha heredado del destituido Imanol Idiakez. 

"El equipo está en un estado expectante, intentando asimilar el cambio de entrenador a mitad de competición. El grado de activación es superior a lo normal", describió Alcaraz sin ninguna extrañeza pues, como aclaró desde su enorme experiencia en estos casos, "es lo habitual cada vez que esto sucede".

Después de casi dos meses sin saborear la victoria, tras 6 jornadas de atasco en los triunfos y con la correspondiente repercusión negativa en la clasificación (el equipo es el 16º antes del inicio de la 11ª jornada), al andaluz se le preguntó si ha notado cierto aire de ansiedad en el grupo. Y no negó tal apreciación: "¿Ansiedad? Yo creo que todos los estados de ánimo se pueden positivizar. Este estado de ansiedad tiene que focalizarse hacia ser capaces de elevar el grado de activación, la intensidad y confianza. Así se logran los resultados y se es efectivo", recomendó en voz alta.

Tras tomar el pulso al grupo en los largos y densos ensayos del miércoles, el jueves y este viernes, Alcaraz dice sentirse conforme con la reacción de los futbolistas y se muestra esperanzado con que el Real Zaragoza logre volver el domingo de Elche con la victoria, algo que no sucede desde Oviedo, el 8 de septiembre. "Yo tengo bastante confianza en este grupo. Es verdad que no tenemos a varios jugadores, porque están lesionados; que el equipo no está completo. Pero esta plantilla tiene recursos y virtudes", remarcó.

Lucas Alcaraz concluyó este epígrafe de su comparecencia pública con una idea que dibuja con claridad su primer capítulo filosófico en esta primera semana al frente del Real Zaragoza: "Mi objetivo es recuperar la secuencia de cuando este equipo ha jugado bien. Y, después, aportar mi granito de arena en el resto de situaciones. Pero partiendo de la base de que la plantilla tiene cosas que recordar", expuso con elegancia, pues es un mensaje que saca brillo a lo que su antecesor, Imanol Idiakez, logró obtener de la plantilla hasta que se produjo el descarrilamiento en Asturias.