Le veo sonriente. Muy buen barrunte...

Voy bastante mejor de la lesión. Sigo con algunas molestias, pero ya son poquitas. Estoy contento por cómo ha evolucionado todo.

Osasuna exigirá este lunes estar a tope en La Romareda. Andan por la zona baja, pero no tienen mal equipo…

Desde luego que no tienen mal equipo. Sabemos que no han tenido un buen inicio de temporada. Se les han ido jugadores importantes, pero siguen siendo un conjunto muy completo, capaz de ganar en cualquier sitio.

Usted es navarro. ¿Significa algo especial este partido?

Por supuesto. Nunca he sido jugador de Osasuna, pero desde luego significa mucho jugar ante el equipo de tu tierra. Toda mi gente, mi familia, es de allí, y es de Osasuna. Incluso jugó en Osasuna mi hermano Aritz. Me hace muchísima ilusión.

Aunque solo estemos en la jornada séptima, aunque quede toda la temporada, el Zaragoza necesita los tres puntos.

Hay que meterse arriba cuanto antes. Además, llevamos tres jornadas sin ganar. De todas formas, la temporada es muy larga. Ya vimos la temporada pasada... En la primera vuelta las cosas no salían y, sin embargo, la segunda vuelta fue brutal.

Dicen que la temperatura del Zaragoza la marca usted…

Me siento feliz porque me siento partícipe de lo que quiere el entrenador. Me siento cómodo, con confianza. Me centro en mi trabajo. Es lo que me ha llevado hasta aquí.

Pero, insisto, cuando usted está bien, el equipo está bien, y cuando usted está mal, el equipo está mal…

Son circunstancias, casualidades.

Quizá más causalidades que casualidades…

Puede ser… (sonríe).

¿Cómo se encontró en Albacete?

Mucho mejor de lo que esperaba. Tenía un poquito de miedo a ver cómo iba a reaccionar la pierna, sobre todo en los movimientos más bruscos.

Jugó todo. Podría pensarse que en la vuelta solo jugaría un ratito, pero no…

Me preguntó el entrenador y le dije que me encontraba bien. Tuvimos la suerte de empatar al final, después de levantar dos goles, lo cual no es demasiado fácil.

Jugar directamente significa mucho en cuanto a la confianza del entrenador para con usted.

No soy un jugador explosivo que puede resolver en un margen corto de tiempo, lo mío es más la regularidad, necesito tiempo.

Desde el punto de vista táctico, geométrico, Eguaras determina mucho. Es clave en el vértice inferior del rombo. Es el vector director del juego.

Me siento más cómodo jugando en rombo. Siempre me he sentido más a gusto jugando con un único pivote, con responsabilidad táctica, dándole salida al balón. Eso sí, sin la ayuda de los dos interiores, como el año pasado fueron Guti, Zapater o Javi Ros, mi nivel no habría sido el mismo.

¿Qué significa que no estén Raúl Guti y James Igbekeme?

Ya sabemos que Guti dio un nivel altísimo el año pasado. James se ha visto en estos partidos que es un jugador clave, que es un todo terreno, que tiene llegada. Con balón, me ha sorprendido mucho, pues no lo conocía. Las bajas se van a notar en esas posiciones. Afortunadamente, evolucionan bien y James ya está.

¿Hasta qué punto se está acusando la baja de Borja Iglesias?

Borja es el mejor delantero con el que he jugado.

¿Mejor que los del Athletic? ¿Mejor que los de Lezama?

Sí, mejor. Y eso que a lo largo de mi carrera he jugado con gente buena, como Guillermo, Sabín Merino, Williams…

¿Mejor Borja que Iñaki Williams?

Muy diferentes. Iñaki es explosividad, rapidez. Borja sabe quedarse el balón, esperar, definir… Es muy completo, es muy bueno.

En San Mamés se volverían locos con Borja Iglesias…

¡Ya lo creo! Ariete puro. Nosotros hemos fichado a Álvaro y a Gual.

Hábleme de Álvaro y de Gual.

Se han adaptado muy bien al equipo. Álvaro es jugador de primer nivel. Nos va a venir muy bien. Marc es un jugador joven, que tiene muchas ansias de marcar. Tiene la portería entre ceja y ceja. El hecho de marcar el otro día en Albacete va a ser un desahogo para él.

¿Y Pombo?

Fundamental. Jugador diferente, de calidad. Muchísima clase. Se le ve mucho más centrado que el año pasado.

¿Cree que si usted hubiera estado bien en junio, el Real Zaragoza habría ascendido?

No lo sé. Lo que es cierto es que llegué al final de temporada bastante tocado. Llevaba ya varios meses con dolores. Viendo la situación en que estábamos, no podía parar, pues nos estábamos jugando todo.

Tuvo un par de meses de ensueño…

Quizá tenía que haber parado antes, pero quería ser partícipe de algo grande. Nunca había vivido una situación así, con el ascenso a Primera División tan cerca. Es la misma situación que siento ahora: quiero ser partícipe de algo grande en Zaragoza.

Después de haber pasado por Lezama, el Sabadell y el Mirandés, ¿qué significa el Real Zaragoza para usted?

Fue el paso más importante de mi carrera, el venir a un club histórico, grande, con aspiraciones máximas. Sabíamos que después de tantos años, podía ser el año. Sigo muy contento y lo vamos a intentar este año.

¿Entiende que todos los partidos sean finales?

Claro. Los equipos de arriba van sumando, van sumando, y no te puedes quedar atrás.

¿Qué equipos ve arriba?

Veo un Málaga muy fuerte.

Y con entrenador...

Sí, ya subió con el Levante. También, Las Palmas, el Deportivo. Osasuna también lo veo muy bien, aunque los resultados no le hayan acompañado hasta ahora. Para mí tiene muy buen equipo, con jugadores diferentes por calidad en la categoría. También tienen un entrenador nuevo, y siempre cuesta construir el equipo. Llevará su tiempo, pero seguro que están arriba.

¿Cuál es el equipo de su corazón?

Comencé en la Chantrea de Pamplona y eso marca. En el Athletic me formé. Y en el Real Zaragoza me siento muy a gusto.

Una pregunta final. ¿Hablamos de su número? ¿Por qué siempre juega con el número 16? Lleva el número incluso tatuado en la pierna. Tengo entendido que es por algo muy especial...

Sí, por algo muy especial. El primer año que llegué a Bilbao, mi mejor amigo, mi compañero Iñaki Gallastegui, falleció en un accidente de tráfico. Solo tenía 12 años... Por eso juego siempre con el número que Iñaki llevaba, el 16.