Desde primera hora de este lunes, a una semana exacta del estreno del nuevo césped de La Romareda ante el Osasuna (el próximo día 8 a las 21.00), las porterías ya ejercen de referencias de lo que será el nuevo terreno de juego del Real Zaragoza. Ambos marcos son visibles en los fondos, calzados en los fijadores que los sujetarán en los sucesivo, y siendo punto de partida del siguiente e inminente paso: marcar las líneas que delimitarán el campo sobre la nueva hierba de La Romareda. Para ello, cada esquina, cada punto de partida de las áreas, línea medular o elementos circulares (centro del campo, coronas de las áreas o córners) necesitará de una señal fijada en el nuevo tapiz verde que cubre la superficie del estadio municipal.

Así, poco a poco, los operarios de la empresa Siover y los jardineros del Real Zaragoza van manejando los detalles del arraigamiento del césped sobre la base de tierra fértil que se renovó la semana pasada al retirar la vieja y caducada hierba anterior (tras 11 años de vigencia). Y la imagen del campo de fútbol va retomando su normalidad.