Al Real Zaragoza, después de cometer varios errores individuales de magna gravedad en la derrota de este domingo en Almería (2-1), se le cerraron las puertas del tren que conduce con sobriedad y decisión el Málaga en estos primeros compases de la temporada. En el fútbol, la importancia de tomar una decisión determinada en un momento concreto puede marcar un antes y un después en el camino. Y ahora los aragoneses son quintos con 8 puntos, cuando podrían estar pisándole los talones a los malagueños con 11, por no haber escogido las correctas en Almería. El Zaragoza mantendría esa quinta posición en caso de que el Albacete perdiera este lunes contra el Cádiz (20.00 en el Carlos Belmonte). Si los manchegos puntúan, pasarán al conjunto zaragocista. Las Palmas y Granada sí pudieron meterse en este vehículo sin frenos que es la cumbre de Segunda, mediante sus respectivos triunfos frente al Extremadura (1-2) y el Rayo Majadahonda (3-0).

El Málaga, líder sin discusión, suma 15 puntos en un pleno de victorias significativo. Un arranque del conjunto del técnico asturiano Juan Ramón López Muñiz, que ni su Levante meteórico de la 2016/2017 pudo completar. Entonces, granotas y blanquillos compartían puestos de ascenso directo con 10 puntos a estas alturas de competición, conservando así Luis Milla el privilegio de ser el entrenador que mejor empezó su andadura en Zaragoza.

En los Juegos del Mediterráneo, Simone Grippo regaló un gol al rival, Marc Gual perdonó otro y Papunashvili perdió un balón clave que derivó en una contra fatal. Es pronto, quinta jornada de liga y quedan otras 37 por delante, pero la conclusión más acertada y repetida que seduce la resaca del encuentro es que el Zaragoza perdió una de las primeras oportunidades que se ponen al alcance. Lo dicta la clasificación, ya que si el Zaragoza se hubiera traído los tres puntos a la capital aragonesa, las cosas se verían de otra manera, serían bien distintas en términos clasificatorios, donde el liderato distaría a cuatro puntos; es decir, dos partidos, y a sabiendas de que el próximo domingo el Málaga visita Las Palmas en un duelo que medirá el pulso y la resistencia del cuadro boquerón ante el segundo clasificado.

Clasificación de Segunda División en la jornada 5 a expensas del Albacete-Cádiz. LaLiga

La situación no es ni mucho menos grave, pero el último precedente, el curso pasado, advierte al prójimo de que el tiempo es oro y los puntos perdidos se echan en falta a posteriori. Porque lo del domingo fueron puntos perdidos, no sucumbidos. La negativa consecuencia de dicha derrota que pone al equipo zaragozano a la cola del gran capitán, la cual lidera momentáneamente por delante de Albacete, Sporting de Gijón, Deportivo de la Coruña, Alcorcón y Oviedo (todos ellos suman ocho puntos), impide al Zaragoza subirse al carro de los escaladores. Al Málaga, más o menos escapado, con un renta de diferencia respecto al 'play off' de cuatro puntos, le siguen Las Palmas y Granada con 11, mientras que el Mallorca (4º con 10 puntos) marca la línea que deja un tanto mustio el buen inicio del equipo de Idiakez, que llegaba a Andalucía invicto y con opciones de dar una zancada adelante, o un golpe encima de la mesa. 

De poco sirve lamentarse en esta carrera de fondo que es la Segunda División. Una estación donde pasan trenes todos los fines de semana, pero con un minutero de espera cada vez más largo e incómodo si el objetivo habla el idioma del ascenso directo. Por eso, cada oportunidad que se presenta conviene amarrarla, o al menos, no perderla por cuenta propia. En Almería, los acontecimientos se dieron así: un partido que el Zaragoza pudo ganar, lo acabó perdiendo. Pero cada jornada es un mundo, y en todas ellas suelen cambiar el orden y el rigor de los acontecimientos, tanto morales como a efectos de la tabla. Atención, el sábado en La Romareda contra el Lugo, podría pasar otro 'expreso' de lujo.