El discurso de Zapater sobre el mundo viral, la afición y su modo de vivir el zaragocismo

Lesionado durante la pretemporada, Alberto Zapater fue uno de los protagonistas inesperados del triunfo zaragocista de la primera jornada frente al Rayo Majadahonda en La Romareda. Y eso que el capitán ejeano, aún convaleciente, ni siquiera entró en la lista de convocados.

La imagen de Zapater, con su hijo en hombros, en primera fila junto a centenares de aficionados recibiendo a los jugadores en la puerta de La Romareda se viralizó. En un mundo, como bien dice Zapater, en el que la foto y el vídeo parecen estar por encima de todo, su imagen fue noticia durante el fin de semana. De vuelta este sábado al once y con aquel episodio más reposado, el futbolista ha sido cuestionado este lunes por aquello. "Ya me quisieron entrevistar por eso cuando estaba lesionado y no he querido aceptar entrevistas porque no creía que tenía que tener protagonismo por aquello", ha puntualizado antes de hablar abiertamente sobre el mundo viral, la afición y su modo de vivir el zaragocismo .

"Vivimos en un mundo en el que la foto y el vídeo tienen muchísima más importancia de lo que realmente para mí tiene importancia de las cosas, que es hacerlas porque te apetecen", ha subrayado. Zapater no estaba en primera fila para salir en la foto, para hacerse viral en las redes sociales. Zapater estaba ahí para vivir un momento de zaragocismo con su hijo. Matizado esto, explicó cómo se produjo aquella curiosa situación a mediados de agosto.

"Mi intención era ir a jugar con mis hijos al parque de la plaza de La Romareda y recibir a mis compañeros en el vestuario. Al final se hizo tarde porque salir con niños de casa es complicado. Los que son padres lo entenderán. Llegué justo a la hora del recibimiento, con mi hijo cantando el himno en el coche...", ha relatado con naturalidad.

"Cuando llegas allí y tu hijo se quiere poner en tus hombros, disfrutas del momento. Ni quiero fotos ni quiero vídeos. Si luego lo sacan... Era un momento que quería disfrutarlo porque no sé cuántas veces más lo disfrutaré desde este lado (como aficionado) porque mi hijo crece a velocidad de la luz. Son momentos únicos y espero no vivirlo desde fuera este año, si no dentro del autobús", ha confesado.

"Lo disfruté mucho. Esperaba que me vieran mis compañeros porque les haría ilusión... pero no me vieron", ha concluido, cerrando así un curioso episodio, que demuestra una vez más la especial piel del capitán zaragocista.

Sobre la afición y su comportamiento en este arranque de temporada, Zapater también ha querido tener unas palabras. "A estas alturas de año, con gente de vacaciones... ha ido mucha gente a La Romareda. Además, estoy viendo mucha gente joven con la camiseta del Zaragoza. Y luego el número de abonados. Con eso basta para que todos nos ilusionemos y que cada partido en casa sea para nosotros algo más. Y esperemos que por ahí partan nuestras opciones para aspirar a todo".