Álvaro Vázquez y Marc Gual, el haz y el envés de un aterrizaje

El inspirado '9' sumó en Oviedo su segundo gol en sus dos primeras titularidades. Por el contrario, el '20' acumula cuatro partidos sin ver puerta y destila cierto desasosiego.

Dos momentos en los que Álvaro Vázquez celebra su gol en Oviedo (el 0-1) con Marc Gual.
Álvaro Vázquez y Marc Gual, el haz y el envés de un aterrizaje
Bustamante

Álvaro Vázquez, el nuevo '9' del Real Zaragoza, sale a gol por partido en su breve recorrido como jugador blanquillo: su récord es de dos de dos, dos tantos en otras tantas titularidades.

Su compañero de línea, también fichaje de última fase del mercado estival, Marc Gual, dibuja una trayectoria anotadora opuesta: en cuatro partidos como titular, todos los que se han disputado ya de liga, todavía no ha visto puerta y sigue sin poder celebrar su primer gol como zaragocista.

Los dos puntas, las novedosas caras del mecanismo ofensivo del Real Zaragoza para esta temporada 2018-19, representan por esta simple -pero rotunda- razón el haz y el envés de lo que significa un aterrizaje en un equipo de fútbol, prácticamente al unísono y con la misma misión principal en el equipo: ser referencias goleadoras en la línea delantera.

No cabe decir que uno -Vázquez- lo está haciendo magníficamente y el otro -Gual- no da una a derechas. No es así. Tratándose de delanteros, la cuestión es mucho más de índole casual y de rachas que de sostén relativo al buen o mal hacer de los futbolistas en cuestión. Pero lo cierto es que a Álvaro Vázquez le entran y a Marc Gual no. Así es este negociado.

En la zona de prensa del Carlos Tartiere de Oviedo, tras el abrumador 0-4 obrado por el Real Zaragoza ante los asturianos, Vázquez fue uno de los elegidos por el club para atender a la prensa desplazada. Su semblante emitía felicidad, seguridad, satisfacción. Y avisaba de que esto solo ha hecho que comenzar, que cuando todo se engrase convenientemente en las piezas de vanguardia, el equipo zaragocista puede tener armas letales para los adversarios cada día de partido. "Llevo solo dos semanas, no solo jugando con los de arriba, sino con todo el equipo. Es pronto todavía. Pero creo que, aun así, los delanteros lo estamos haciendo muy bien", expresó el barcelonés cedido por el Espanyol, echándole un cable de apoyo a Gual y reconociendo el evidente crecimiento del canterano Pombo.

"Es verdad que cuando llegamos los tres juntos arriba creamos muchos problemas a los rivales. Somos muy verticales", prosiguió Álvaro Vázquez, dando valor de nuevo a Gual y Pombo.

El entrenador, Imanol Idiakez, también fue preguntado por estos nombres propios en los bajos del estadio ovetense. "Lo de Álvaro Vázquez es muy importante. Para los delanteros, sabemos lo que significan los goles: su confianza", respondió respecto del afortunado y feliz inicio zaragocista del periquito. Y, de seguido, la apresurada salida del técnico donostiarra cuando se le hizo la contraposición de sensación con Marc Gual evidenció que, en efecto, existe cierta desazón porque el primer tanto del de Badalona, que está a préstamo del Sevilla, se está retardando en exceso. "Marc está fenomenal, no tiene ningún problema", espetó Idiakez sin dejar concluir la pregunta del periodista, como tajadera rápida a un caso del que no tenía la más mínima gana de hablar. En el fondo, la evaluación que hizo el preparador de San Sebastián de la bondad del momento de Vázquez traía implícita la descripción de lo que está empezando a sentir Gual.

Gual está siendo un jugador participativo en cada partido. No se esconde. Siempre quiere el balón e intenta cosas. Como apuntó su colega Vázquez, tiene afanes de verticalidad en cada jugada. Pero le está fallando la escopeta en el momento de la verdad. No marca. Cuando no le da a un defensor, el balón se le marcha fuera por poco o le da al portero. Cuando no, lo que le sobra es un último regate o una elección correcta del último pase o remate. Y eso hace que en muchas jugadas fallidas se aprecie a Gual cabecear, negar al infinito maldiciendo su mal fario, pensar en solitario qué le está pasando con su primer gol con el '20' del Real Zaragoza a la espalda. Es un jugador, además, muy gesticulante, muy expresivo en la mímica, que siempre deja elementos de juicio al observador.

Esta es la historia del bautismo blanquillo de Álvaro y Marc, de Vázquez y Gual, los dos delanteros traídos cedidos por el Real Zaragoza para cubrir el vacío dejado por las marchas de Borja Iglesias (la estrella del año pasado) y Vinícius (uno de los estrellados). Dentro de unas buenas sensaciones globales, de la intuición de que ambos, junto al aragonés Pombo, pueden acabar conformando un tridente atacante de alto valor esta temporada en Segunda División, lo cierto es que en la maniobra de aterrizaje de Vázquez todo ha resultado fácil y solvente en la suerte suprema del gol, mientras que su paisano Gual va adentrándose paso a paso en una situación de necesidad por marcar que sería bueno que rompiese cuanto antes para disolver cualquier episodio de estrés o ansiedad típica en circunstancias semejantes.

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