Idiakez e Iriondo debutan en Segunda con 46 y 64 años, respectivamente

Sangre vasca en la dirección del Real Zaragoza y el Rayo Majadahonda, con dos figuras opuestas: un guipuzcoano y un hijo de dos 'Niños de la Guerra' vizcaínos nacido en Moscú.

Idiakez e Iriondo, entrenadores del Real Zaragoza y Rayo Majadahonda en el debut liguero.
Idiakez e Iriondo debutan en Segunda con 46 y 64 años, respectivamente
Dani Marzo/R. Majadahonda web

Los dos inquilinos de los banquillos en el partido Real Zaragoza-Rayo Majadahonda de la primera jornada de liga son novatos en Segunda División. Imanol Idiakez, en el zaragocista, y Antonio Iriondo, en el majariego, se estrenan este domingo en La Romareda al frente de sus dos proyectos en el arranque de una ilusionante temporada para ellos. Pero, pese a que a bote pronto pueda parecer una situación similar para estos dos protagonistas, hay detalles personales y profesionales que los ubican en coordenadas bien alejadas a uno del otro. Dos mundos distantes, dos conceptos laborales bien distintos a pesar de sus evidentes nexos de unión, que también se dan.

En primer lugar, los apellidos los delatan. Sangre vasca en ambos. Idiakez Barkaiztegi, guipuzcoano, del barrio de Eguía (Egia en euskera) de San Sebastián. Iriondo Ortega, de ancestros vizcaínos y con una historia íntima de las que hacen estremecer por la cercanía de la Guerra Civil Española y sus consecuencias ulteriores. Porque el entrenador del Majadahonda, apodado 'El Ruso' desde bien joven, nació en Moscú, fruto de una pareja de 'Niños de la Guerra', aquellos chavales a los que sus padres, en medio de los bombardeos y la barbarie, metieron en barcos en el puerto de Alicante en mitad del conflicto armado (entre 1936 y 1939) y acabaron en Rusia. Algunos para siempre. Otros lograrían volver con el tiempo, caso de los padres de Iriondo, al que trajeron a España con casi 4 años, en 1957. La pareja se había conocido en la ciudad moscovita en la soledad infantil del destierro y allí tuvieron a su hijo Antonio.

De este dato se deduce la primera gran diferencia entre estos dos debutantes en este pistoletazo de salida de la liga de Segunda este domingo en Zaragoza, la edad. Idiakez es un entrenador joven, incipiente, que cuenta con 46 años y las trazas todavía del fútbolista que fue durante más de una década, recientemente; mientras tanto, Iriondo es un veteranísimo del mundillo del balompié que tiene 64 años y, en noviembre, con los 65, entrará ya en la edad de jubilación legal. Sus tiempos de futbolista se retrotraen prácticamente a los reportajes en blanco y negro de los tomavistas, en los años 70 y principios de los 80.

Para el donostiarra zaragocista, este debut en un momento culminante en su progresión como técnico, la consecución particular de ese salto a un escalón clave para intentar ganarse un puesto en la rueda profesional de los banquillos. Por el contrario, para 'El Ruso' madrileño este estreno al frente del novel Majadahonda es un premio de final de carrera, el colofón de oro a una trayectoria modesta que nunca pasó de dirigir a equipos de Tercera o Segunda B en la zona de Madrid y cercanías (con dos incursiones periféricas en Ciudad Real y Toledo), una manera de dar brillo a su singular manera de ser en un escaparate lleno de focos, nada parecido al segundo o tercer plano donde desarrolló siempre su tarea como entrenador.

Eso sí, Iriondo, a diferencia de Idiakez, puede presumir y esgrimir en su currículum vitae un breve paso por el profesionalismo como técnico, que lo llevó a dirigir al Rayo Vallecano en 9 partidos en Primera División de forma interina, en uno de sus abruptos descensos en las dos últimas décadas. Fue en la campaña 2002-03, cuando 'El Ruso' era el preparador del filial franjirrojo y arriba despidieron al paraguayo Gustavo Benítez en un curso desastroso en Vallecas, donde antes ya habían caído Fernando Vázquez y José Luis Martín. Él fue el cuarto entrenador de un Rayo que bajó a Segunda como último clasificado y no pudo hacer nada en aquel barro interno: 5 empates y 4 derrotas, sin ninguna victoria, fue su balance final de aquel episodio anecdótico y breve que, eso sí, le deja inscrito para siempre en el palmarés de Primera, aunque fuera de manera tan accidentada y sin viso alguno de continuidad. En aquel mes y medio, Iriondo pudo pisar Anoeta, el Camp Nou, el Sánchez Pizjuán, Son Moix y Zorrilla y vivir partidos contra Betis, Espanyol y Osasuna en su campo. Han pasado 15 años de aquello (era el año del Real Zaragoza en Segunda con Paco Flores). Iriondo tenía 50 de edad y su rival de hoy, Idiakez, con 31 años, jugaba en el Ciudad de Murcia de Quique Pina con el que subió a Segunda justamente por esas fechas.

A Idiakez se le cierra en la noche de este 19 de agosto de 2018 una fase profesional en equipos de rango inferior a la Liga de Fútbol Profesional, compuesta por Real Sociedad B, Polideportivo Ejido, Guijuelo, Real Unión Irún, Toledo, Lleida y, como paso puente, el eslabón del AEK Larnaca de Chipre, liga menor donde se escudilló en una competición de Primera antes de dar el actual salto al Real Zaragoza. Por su parte, a Iriondo, como mascarón de proa de un ya histórico Rayo Majadahonda de Segunda por primera vez en su historia, se le queda atrás una larga lista de clubes 'amateurs': Móstoles, Carabanchel, Villaviciosa de Odón, Amorós, Manchego Ciudad Real, Madridejos, Pinto, Rayo Vallecano B, San Sebastián de los Reyes, Toledo y San Fernando de Henares.

Todo esto, que no es poco para definir perfiles de uno y otro personaje, se reunirá en la noche de este domingo en la banda de La Romareda. Uno en un banquillo y otro en el de al lado. Parecidos pero distintos. Dispares pero con nexos en común. En cualquier caso, dos novatos en Segunda.

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