Medina, un gol para calmar la ansiedad de delanteros

El gol de Jeison Medina en Teruel, el 0-1 de este jueves en el campo de Pinilla a favor del Real Zaragoza (que acabó ganando 1-2), es uno de los primeros detalles con sustento para el optimismo dentro de una pretemporada accidentada desde el principio para el equipo blanquillo. Las lesiones a discreción y el retardo (previsto, asumido de entrada) en la llegada de piezas clave para la delantera, los goleadores -dos- que vengan a cubrir el vacío que ha generado, sobre todo, la marcha de Borja Iglesias respecto del bloque del año pasado están derivando en unas primeras semanas de trabajo un tanto volátiles en el día a día de un vestuario cuajado de chicos del filial, juveniles del año pasado la mayoría de ellos.

Por eso, tras unos primeros bolos de verano armados por el nuevo entrenador, Imanol Idiakez, con alineaciones anómalas respecto de las previsiones reales de cara a la liga que arrancará en 23 días, poder celebrar que un delantero de la primera plantilla marca su primer gol como zaragocista no es cuestión menor, aunque el rival fuese de Segunda División B. Jeison Medina, además, debutaba en los amistosos estivales pues, como tantos otros, durante casi dos semanas ha sido uno de los damnificados por las lesiones, en su caso muscular, en los aductores. No pudo jugar en el ensayo ante el Boltaña, rival de Regional, ni tampoco en Tudela ante el CD Tudelano de Segunda B.

Medina es una apuesta singular de Lalo Arantegui y José Mari Barba, director deportivo y secretario técnico del club. Un punta (ariete o con caída a banda) que cruza el océano en busca de su fortuna profesional con 24 años, procedente de un modesto equipo, el Leones de Itagüí. Pero, obviamente, sus credenciales no le dan, de entrada, para portar galones de delantero experimentado, de puntal de referencia en la delantera del Real Zaragoza que arranque la liga el día 19 de agosto. Eso tendrá que ganárselo con su trabajo, con su rendimiento, con su solvencia. Es el paradigma del futbolista desconocido que ha de mostrar a todo el mundo que en él hay una pieza de alto valor, un diamante oculto que nadie vio hasta ahora y que va a salir al escaparate del fútbol profesional de élite en el cuadro zaragocista.

Por eso, el cabezazo de Medina en Teruel, ese remate en el primer palo tras el centro de Buff, no es cualquier cosa a finales de este julio de 2018. Es, como él mismo dijo, la mejor manera de presentarse en Zaragoza. Un impulso moral tremendo para el muchacho. Y un sostén anímico para el resto mientras la dirección deportiva es capaz de adelantar plazos para que la delantera se complete con los que faltan: uno debe ser el sevillista Marc Gual, el otro aún no ha salido de la caja fuerte en la que está guardado.

Las fotografías adjuntas recojen el testarazo de Medina, el momento en el que manda el balón a la red turolense y, al lado, su sentida celebración a la que acudió enseguida Nieto, que le acompañaba en el área tras el centro de Buff. En una pretemporada donde los goles de delanteros, en los bolos menores del inicio del trabajo de verano, llevaban por ahora en su inmensa mayoría la firma de chicos con hechuras juveniles como Baselga, Soro o Carlos Vicente, que el '7' del primer equipo se estrene con buen duende ante la portería es digno de ser subrayado. Cosas así hacen falta siempre, muchas y a menudo si fuese posible.

Como el hecho de que el '9' tenga dueño cuanto antes... y el '11'...