Cristian: "No iba a estar mejor que aquí"

El portero del Real Zaragoza celebra y agradece su renovación para dos temporadas más y habla de ilusión, retos y compromiso

Cristian Álvarez, en la rueda de prensa de este viernes
Cristian Álvarez, en la rueda de prensa de este viernes
Guillermo Mestre

La llave de la cerradura del Real Zaragoza seguirá un año más entre las manoplas de Cristian Álvarez. Pocas operaciones del club se han celebrado tanto en la última década como su renovación. Una decisión meditada, en la que se han conjugado factores de diversa naturaleza, deportiva, personal, profesional… Cristian sigue porque su contrato ha mejorado, del mismo modo que su estabilidad laboral, pero también sigue por muchas otras cosas. Algunas mayores, como la observación de un proyecto prometedor, con un grupo hecho y derecho de compañeros… Y algunas otras más inmateriales, cuestiones que a menudo se pierden entre las esquinas del fútbol: el agradecimiento a un club que le ha rescatado para el fútbol, el cariño que se le ha brindado en la ciudad, los sentimientos que le ha despertado la gente… Cristian está hecho de otra pasta y por eso el Zaragoza puede presumir de él una temporada más. “Tras terminar la temporada, me tomé un tiempo para pensar las cosas con la familia, mis seres queridos y de confianza. No iba a estar en ningún lugar mejor que aquí”, indicó el portero este viernes. "Me llena de ilusión sentirme querido. Desde el primer día me siento como en casa. Estoy muy agradecido por el trato de la afición desde el primer día, eso pesa en la decisión", recalcó.

En Zaragoza y en el Real Zaragoza, Cristian ha descubierto que el fútbol es mucho más que un oficio convertido en forzosa rutina, algo más que un latigazo cotidiano. Algo más que entrenar todos los días y jugar cuando llega el sábado o el domingo. Hay muchos jugadores que no disfrutan del fútbol, lo sufren. Tienen la virtud, pero no la pasión. Zaragoza le ha abierto los ojos a Cristian, un portero, es decir, alguien por sí mismo singular, especial. Ya se sabe: son la parte maniática, peculiar, diferente -incluso a la hora de vestir el uniforme-, extraordinaria de un equipo. “Zaragoza me devolvió la posibilidad de jugar al fútbol y de volver a sentirme futbolista. Me hubiese sido muy difícil cambiar de rumbo por cómo fue el año pasado y quiero seguir creciendo personalmente en el club. Que el Zaragoza vuelva a la situación de prestigio que merece".

Todo este proceso personal, principalmente, ha desembocado en el periodo de plenitud de un portero que nunca paró tanto ni influyó de modo semejante en un equipo. “Estoy en mi mejor momento y espero seguir estándolo para el próximo año. Quiero seguir mejorando en todos los aspectos. Cristian es un elemento admirado y respetado en un vestuario de jóvenes cimientos. Él es uno de esos pilares maestros sobre los que se asienta todo ese edificio humano. Un referente: “Por edad puede que lo sea, por la experiencia. Pero eso hay que demostrarlo con hechos”, indicó el portero del Real Zaragoza.

Ahora, encara un año largo y sinuoso, en el que solo espera una salida: “La Segunda División es cada vez más competitiva, han bajado equipos grandes con más presupuesto y somos conscientes de ello pero tenemos que centrarnos en el trabajo acumulado. Sin miedo a nadie, pero con mucho respeto".

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