Triste despedida de Natxo González como entrenador del Real Zaragoza. En una comparecencia unidireccional, en la que el ya extécnico blanquillo habló él solo, durante 7 minutos y medio, sin admitir después preguntas.

El vitoriano, respecto de los motivos que le han llevado a romper su compromiso con el Real Zaragoza de manera unilateral y antes de concluir la temporada, sin que la dirección deportiva (el club, en definitiva) supiera nada de sus contactos con el Deportivo de La Coruña, no dijo nada concreto: "Quiero comunicaros que, por diferentes motivos, dejaré de ser el Real Zaragoza para la temporada que viene". Sin más.

Un adiós inesperado en un proyecto que, como todos los regentes se han encargado de reiterar desde el mismo inicio, en el verano pasado, y durante algunas fases tortuosas de la temporada, estaba programado a medio plazo, al menos con dos años de vigencia. Natxo se fue con los ojos arrasados de la sala de prensa en su última presencia ante la prensa zaragozana, sin que hubiera aplauso final, sin que no hubiese ninguna despedida personalizada en el lugar del acto. Frío llegó y más frío aún se marchó este lunes 11 de junio. El preparador vitoriano es ya historia, con un epílogo que no lo va a dejar bien parado para los restos por su modo de actuar. En cualquier caso, la decisión ha sido suya y solo cabe achacarla a su voluntad personal e intransferible.