El zaragocismo volverá a ser el jugador número 12

Una afición entregada que llenará el estadio (34.000 espectadores) activará un elemento que puede ser determinante ante el Numancia, el factor Romareda.

Los jugadores del Real Zaragoza, entrenándose ayer.
Los jugadores del Real Zaragoza, entrenándose ayer.
GUILLERMO MESTRE

Antaño, cuando el orden nominal titular de la alineación iba acompañado a la espalda de los futbolistas con números del 1 al 11, cualquier cifra superior remitía a la suplencia, al frío banquillo. Después, de forma progresiva, en el fútbol aparecieron las tarjetas, los cambios masivos. También, los pinganillos, y ahora hasta el VAR (árbitro asistente por vídeo). Algunos jugadores ya hace tiempo que muestran a la espalda números superiores al 11. Los dos palitos, el número 11, ha dejado de diferenciar al pelotero fetén del de medio pelo. Antes, salvo el mítico 14 de Cruyff, pocos futbolistas de alta alcurnia lucían en el lomo cifras elevadas. Quizá como reminiscencia del pretérito, el fútbol actual conserva en su imaginario un número repleto de connotaciones: el 12. La cifra que inmediatamente continuaba a la nómina titular se consideraba (y se sigue considerando) como el valor añadido con que cuenta un equipo para alcanzar la victoria. Este número es portado metaforícamente bien por un árbitro favorable a uno de los dos equipos, bien por una afición que con su decisivo aporte resulta determinante en el signo del partido. Llegados a la primera final del curso, nadie duda de que hoy el Real Zaragoza jugará con 12 jugadores. Y, desde luego, ese jugador número 12 no irá vestido de negro...

Solo hay que rebobinar hasta el arbitraje perpetrado por Aitor Gorostegui Fernández en Los Pajaritos, donde miró para otro lado en el claro penalti cometido sobre Papu (acarreaba la expulsión del defensor por doble amonestación). Con que Adrián Cordero Vega pase inadvertido hoy nos conformamos. La clasificación la conseguirá el Real Zaragoza valiéndose de los argumentos que ha esgrimido durante todo lo que llevamos del año natural 2018. Y, por si algo faltara, ahí estará la afición de La Romareda, el jugador numéro 12 del equipo aragonés. Cuantitativa y cualitivamente, la mejor afición de la categoría. La Segunda no se corresponde con una masa social y futbolística de Primera (con adecuada mayúscula). Hoy, 34.000 arremangados zaragocistas volverán a llevar en volandas a un equipo que se siente ganador sobre el césped y también en la grada. Es el llamado factor Romareda.

Atrás quedaron los años de la exigencia máxima, sin duda fundamentada en el altísimo nivel exhibido por equipos que por derecho forman parte del patrimonio sentimental del zaragocismo, como Los Magníficos, Los Zaraguayos o La Quinta de París. El Zaragoza actual está censado en Segunda, categoría en la que cumple su quinta temporada. Su afición es consciente de que en esta situación no se ayuda a crecer censurando, sino desde el cariño. De ahí que hoy el Real Zaragoza será abrazado por 34.000 zaragocistas que lo empujarán hacia el territorio que le corresponde, la Primera División.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión