Natxo, una vida en 'play off'

El técnico del Real Zaragoza acumula una larga experiencia en eliminatorias de ascenso. En Alavés B, Sant Andreu, Reus (en dos etapas), Alavés ya jugó por subir de categoría.

Natxo González, en el banquillo de La Romareda, en el partido contra el Albacete.
Natxo González, en el banquillo de La Romareda, en el partido contra el Albacete.
Toni Galán

El ‘play off’ es un universo nuevo. La competición, en cierto modo, se reinicia. Tiene algo de volver a empezar. Lo redactan claves y códigos específicos. Lo pasado en los últimos meses importa, pero no tanto como el ahora y el mañana. El Zaragoza ya descuenta los días para que el fútbol le ponga enfrente del Numancia, el miércoles en Los Pajaritos de Soria (20.30), e inicie así el asalto a la Primera División. Una promoción en la que llega con el ánimo inflamado, pero con cautela, enfriando las pasiones desmedidas, consciente de que las eliminatorias de ascenso poseen su propia narrativa, muy distinta a la de las 42 jornadas previas. Hay que afrontar los partidos con otros matices y enfoques.

Dispone, en este caso, de Natxo González como director de operaciones. El técnico conoce bien el terreno que está pisando en estos momentos. Es un especialista en ‘play off’. Durante su carrera, las postemporadas han sido sinónimo de competición, de pelea por un ascenso. Acaba de añadir al Zaragoza a un jugoso listado: ha jugado por subir de categoría con todos los proyectos que ha tenido en mano. Su experiencia en promociones es dilatada: las ha disputado con todos sus equipos, desde el Alavés B al Zaragoza, pasando por el Sant Andreu, las dos etapas en Reus o el primer equipo del Alavés. Hay un notable dato en la trayectoria reciente de Natxo.

En las últimas 13 campañas en las que ha ejercido, en nueve metió a sus escuadras en fases de ascenso, consiguiendo, a falta de comprobar hasta dónde llega el Zaragoza, en cuatro de ellas culminar y subir de categoría, dos veces de Tercera a Segunda B (Reus y Sant Andreu) y dos de Segunda B a Segunda División (Alavés y Reus). Además, en sus orígenes en el Alavés B, aún jugó y conquistó otra eliminatoria de ascenso a Segunda B. Esta será su primera promoción para meterse en Primera.

Estamos, pues, ante un entrenador con un rico bagaje en este tipo de ecosistema competitivo. Conoce bien sus esencias, sus trazos, sus interioridades y su modo de gestionarlo.

Cuando hace algo más de un año Lalo Arantegui se decantó por Natxo González como técnico del Real Zaragoza, en la balanza, pesó mucho esta cuestión, su experiencia en fases de ascenso y su capacidad para preparar este tipo de eliminatorias. A partir de esta semana, la forma de afrontar la competición se modifica por completo. Es ahí donde Natxo acumula vivencias. Los partidos dejan de durar 90 minutos y pasan a convertirse en un pulso de 180 minutos (más posibles prórrogas), en los que el Zaragoza tendrá la ventaja en caso de empate total (no hay tandas de penaltis) y jugará los partidos de vuelta, en caso de jugar dos, en La Romareda.

Hay otro aspecto fundamental a controlar y que representa una novedad: los goles marcados fuera de casa (o encajados en el estadio propio). En caso de igualada, computan doble, un factor que se introduce de lleno en la mecánica de gestión de los diferentes encuentros.

Pero un ‘play off’ tiene otras muchas singularidades. Por ejemplo, la dosificación de esfuerzos, con cruces a ida y vuelta en un periodo de 72 horas y la perspectiva de otros dos posibles choques más en la semana siguiente. También los viajes, las cargas de entrenamiento, la administración de la plantilla… Elementos nuevos que Natxo González deberá incluir en su hoja de ruta.

Natxo y la promoción

La evolución de Natxo como entrenador ha ido emparejada a las fases de ascenso. En la campaña 97-98, metió al filial del Alavés en Segunda B tras superar en el duelo decisivo al Endesa Andorra de Emilio Larraz, en una liguilla que completaron Logroñés B y Ribamontán. Era un Natxo aún en fase embrionaria como técnico, mucho antes de su periodo de maduración en el fútbol catalán. En 2005, condujo al Reus a Segunda B, tras dejarlo cuarto en su grupo de Tercera y venciendo en la promoción al Mar Menor. Al año siguiente, bajaría y en 2007, tras dejar a los tarraconenses campeones, se le escapó el ascenso contra el Betis B. Fue el momento del cambio y de marcharse al Sant Andreu. El histórico club barcelonés estaba en Tercera en la campaña 07-08. Natxo lo clasificó segundo, perdiendo el liderato contra el Barça B de Guardiola en la penúltima jornada, y lo ascendió en el ‘play off’, superando a la Arandina y al Haro. Al año siguiente, rompiendo pronósticos, el Sant Andreu acabó tercero y jugó por subir a Segunda. Sin embargo, el Alcorcón le eliminó en el primer cruce (0-0 y 4-2). Una temporada más tarde, el Sant Andreu continuó creciendo: fue campeón de su grupo. Se jugó el ascenso contra la Ponferradina, en un choque en el que a Natxo se le escapó el ascenso en El Toralín berciano, tras una dramática tanda de penaltis (0-1 y 0-1). En la repesca, superaría al Universidad de Las Palmas (0-2 y 2-2), pero fallaría contra el Barça B (1-0 y 0-0).

El vitoriano repetiría fase de ascenso en 2013, esta vez en casa, al frente del Alavés. Lo hizo campeón y lo subió a Segunda en el ‘play off’, imponiéndose al Jaén (1-1 y 1-0). En su regreso al Reus, los precedentes más frescos, le clasificó tercero, accediendo a una promoción de la que le bajó rápido el Racing de Ferrol (1-0 y 1-1). Diferente desenlace se vivió justo un año más tarde, en junio de 2016. Después de ser campeón, el Reus de Natxo González logró su primer ascenso a Segunda, sorprendiendo al Racing de Santander con una histórico victoria 0-3 en El Sardinero. En la vuelta, el Reus también ganó, esta vez 1-0.

A Natxo González solo le queda un ascenso pendiente en el currículo: la Primera División. El peldaño más difícil de superar. El Zaragoza puede ayudarle a hacerlo.

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