Chus Herrero y Zapater, amigos y rescoldos en activo del Zaragoza de la década pasada

Ambos canteranos jugaron juntos entre 2005 y 2009 como blanquillos. El central de Torrero, con 34 años, apura en Albacete su larga carrera profesional. El ejeano, cerca de los 33, lo hace en casa.

Zapater y Chus Herrero, juntos en un partido y un entrenamiento de la década pasada, cuando coincidieron 4 años en la primera plantilla del Real Zaragoza.
Chus Herrero y Zapater, amigos y rescoldos en activo del Zaragoza de la década pasada
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De 2005 a 2009, Chus Herrero y Alberto Zapater jugaron juntos en el Real Zaragoza. En aquel equipo de la década pasada, la cantera era moneda poco común aunque, como fue el caso de los dos, tuvo sus excepciones puntuales. Chus y Zapa volverán a verse sobre el césped de un campo de fútbol este domingo en La Romareda, eso sí, uno con cada camiseta y no como compañeros, como en los viejos tiempos.

El central de Torrero, Chus Herrero, con 34 años, apura el final de su larga carrera profesional, que tuvo su inicio en casa, en la Ciudad Deportiva, en el Real Zaragoza, en 2005. Cuatro temporadas jugó en el primer equipo, 47 partidos de liga. Su presencia en aquellas plantillas de Víctor Muñoz, Víctor Fernández, Ander Garitano, Javier Irureta, Manolo Villanova y Marcelino García Toral tuvo siempre el rol de suplente, de jugador de circunstancias puntuales. Eran años de dineros más fáciles, tanto en los estertores de la era Soláns como, por supuesto, cuando el agapitismo entró en el club con las poses de los nuevos ricos, por lo que los jóvenes de casa tenían que pelear un minuto con tipos que cobraban 10 veces más que ellos, como poco.

Chus, que fue utilizado como central (su puesto principal, aunque en el filial venía de ser medio centro defensivo) y también como lateral, tanto derecho como izquierdo, se jugaba las habichuelas con colegas de vestuario tipo Gaby Milito, Álvaro Maior, Ponzio, Cuartero, Aranzábal, Toledo, Sergio Fernández, Diogo, Piqué, Juanfran, Ayala, Pavón o el propio Zapater, en su papel de lateral eventual. Palabras mayores para un muchacho tímido, entonces, de apenas 20 años. En su último año zaragocista, en Segunda, jugó algo más con Marcelino. Ahí la competencia era más blanda, con los Pignol y Pulido más al alcance en el rango que en los años de Primera.

Herrero se fue al Cartagena, donde militó 3 años en Segunda, su categoría siempre en su periplo español. Después, 2 campañas en el Girona. Otro en el Valladolid. A continuación, el Llagostera (de infausto recuerdo para el Zaragoza moderno). Un paso, el año pasado, por la liga de Chipre, donde jugó en el histórico Anorthosis Famagusta, de la Primera División de ese país. Y ahora, en el Albacete, que lo devuelve a La Romareda un largo tiempo después de su último paso. Curiosamente, el año pasado, el Real Zaragoza intentó su contratación en la recta final del verano después de haberlo tenido en situación de espera un par de semanas sin que Chus recibiera noticias concretas desde el área deportiva que dirigía Narciso Juliá. Un buen día de agosto, sí recibió el telefonazo... pero era tarde: acababa de fichar en Chipre y ya no podía echarse atrás. El equipo de la isla mediterránea contestó al Zaragoza que, si quería la baja, la maniobra costaba dinero. Y aquello no fue adelante.

Zapater había subido un año antes al primer equipo, en 2004 pese a ser un año más joven. Por eso, de las 5 campañas del capitán zaragocista en su primera época como jugador blanquillo, su coincidencia en el vestuario con Chus Herrero fue solo en las 4 últimas. Zapater empezó llevando el dorsal 26, y Chus el 27. Eran una pareja cercana, que pasaban muchos ratos juntos en los entrenamientos y los desplazamientos. Aquella cuadrilla de chavales de casa con Cani, Goni, Lafita, Longás (también, en días concretos, los Camacho, Gotor, Valero, Ripa, Eneko, Carmelo, Montejo, Vicente Pascual, Zaparáin, los canteranos foráneos como Generelo, César Jiménez, Miguel Martínez, Capi)...

Aquellas camadas de la Ciudad Deportiva están tocando ya a su fin. Lafita dijo adiós hace nada. Cani lo dejó de improviso el pasado verano. Goni abandonó hace poco mermado por las lesiones. Los dos que van a jugar este domingo en La Romareda, Zapater y Chus Herrero, son de los pocos aún vivos en la élite, junto con Camacho en el Huesca. Parte de una época. Del último Zaragoza con cierto poso en Primera División, antes de que el agapitismo lo destrozara a pedazos y lo trajera hasta este presente lleno de problemas aún por remontar a medio-largo plazo.

En el partido de ida, en el Carlos Belmonte de Albacete, Chus y Zapa no compartieron campo. Esa noche del sábado 16 de diciembre, Natxo González decidió dejar fuera del equipo aragonés a Zapater. Salió fuera del once titular y ni siquiera fue utilizado en las tres sustituciones por el técnico vitoriano. El saludo entre ambos amigos canteranos, la charrada larga, tuvo lugar el día siguiente de aquel feo 0-0, en la Ciudad Deportiva del Albacete. En la mañana del domingo, antes de partir hacia Parla (Madrid) para hacer escala antes de jugar 48 horas después en Valladolid el partido previo al parón navideño, el Zaragoza se entrenó allí, en las instalaciones llamadas Andrés Iniesta. Y allí acudió Chus Herrero para estar un rato largo con Zapater y contarse sus cosas.

Este domingo, es posible que alguien pueda hacerles de nuevo una foto juntos en el campo. Como tantas y tantas hay en los archivos de sus años en común en las filas del Real Zaragoza de la década pasada.

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