"Máxima dificultad, espero que todos lo entendamos", avisa con solemnidad Natxo

El técnico redunda en su previsión de un partido complicado para el Real Zaragoza ante el Albacete, donde subraya incluso la posibilidad de no ganar si no se hacen las cosas bien.

Natxo González, este viernes en la Ciudad Deportiva.
Natxo González, este viernes en la Ciudad Deportiva.
Toni Galán

El Real Zaragoza llega al fin de semana en la 5ª posición, con 62 puntos, con su privilegio de jugar la promoción de ascenso a Primera División sujeto a sus credenciales actuales, a falta de solo 3 partidos para la conclusión de la liga. El Albacete Balompié, el rival de turno que visita La Romareda, llega a este punto casi culminante en la 14ª plaza en la tabla, con 47 puntos, sumido en una crisis de final de curso que lo ha dejado temblando, a solo 5 de distancia del montacargas que baja a Segunda B. De este modo, el duelo de este domingo en el estadio zaragozano (18.00) se dirimirá bajo el choque de fuerzas inversas en pugna por el botín de la victoria: los aragoneses sueñan con el éxito de la pelea por subir a la élite en menos de un mes mientras que los manchegos aún tratan de huir de la quema de abajo y no salir trasquilados en un vertiginoso epílogo del torneo, que amenaza con ponerlos al borde del abismo letal.

Con tanto en juego, Natxo González, el entrenador del Real Zaragoza, avisó este viernes de los peligros morrocotudos que esconde este, a priori, dispar partido entre dos escuadras a las que separan hoy en día 15 puntos. "Va a ser muy difícil. Creo que va a ser así por lo que ya nos jugamos todos. Nosotros, ellos, porque les falta algún punto (para la permanencia). Creo que va a ser un partido muy complicado", avisó en su entradilla el vitoriano, antes de ir incluso más allá: "Trataremos de que el partido se juegue como nosotros queremos. Si no lo conseguimos, tendremos problemas, lógicamente. Trataremos de imponernos. Pero si no lo logramos, sufriremos y puede que, incluso, no ganemos", subrayó con solemnidad.

Natxo prepara a todo el mundo para uno de esos partidos nerviosos, cargados de responsabilidad, largos en su resolución, que todos los finales de liga brindan las jornadas postreras. "Deberemos tener mucha paciencia. Habrá que tratar de desgastar al rival en la medida que podamos. Tendremos que estar muy equilibrados. Porque el Albacete, además de ser un equipo defensivamente fuerte, arriba también tiene peligro, con Zozulia o con Bella", describió en los grandes trazos de índole técnica que barrunta.

"Máxima dificultad. Espero que esto todos lo sepamos y lo entendamos", volvió a indicar con tono imperativo. Si el día previo a recibir al Sporting de Gijón la concentración y la ponderación general de la enjundia del partido caía por su propio peso en cada cerebro zaragocista, Natxo se teme que la llegada del Albacete no genere ese grado de tensión o de relevancia por el mero perfil del adversario y su puesto en la clasificación.

Sobre cuestiones relativas a la alineación, pendientes de que Benito llegue o no a tiempo para ocupar el lateral derecho de la zaga, lo único que abordó Natxo este viernes fue el asunto del mediapunta. ¿Febas, Papunashvili, Buff, Raúl Guti? Es una duda perenne durante la temporada, que ahí sigue. "¿Quién jugará en la cabeza del rombo? Eso lo dejo para vosotros, según lo que creáis. Depende de si veo que el Albacete va a ser un equipo que se va a replegar mucho, pues entonces optaré por un perfil; o si creo que va a ser un rival que nos va a apretar muy arriba, entonces buscaré otro perfil. Por suerte, tenemos diferentes perfiles. A partir de ahí, decidiré", esgrimió sin atar ni desatar la cuestión y dejándola en el aire, flotante hasta el último momento.

Por último, en términos genéricos, González -como mostró en varios pasajes de sus 12 minutos de comparecencia ante la prensa- no ha digerido bien esta vez las críticas por el deficiente partido que el Real Zaragoza cuajó el lunes pasado en Cádiz, con derrota por 2-0 y un juego que no alcanzó la talla debida para sacar adelante un choque de alto rango, que podía haber atado casi por completo la promoción de ascenso para los zaragocistas en caso de haber puntuado o ganado en el Carranza. Al de Vitoria se le preguntó si pensaba hacer varios cambios en el once inicial tras el precedente gaditano. Y, de entrada, acudió a la ironía desde el enfado: "Sí. Fue un desastre y voy a cambiar prácticamente todo. ¿Vale?", dijo antes de cambiar de registro tras una pausa. "Ahora, en serio. No. Para mí no fue un desastre el partido de Cádiz, como he podido leer. Intentamos hacer las cosas que solemos hacer, pero hubo un rival enfrente, que defensivamente es muy poderoso. Creo que no hay motivos para una revolución, desde mi punto de vista", concluyó esta fase de su argumentación.

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