El club recurrirá al Comité de Apelación de la Federación Española de Fútbol la sanción de un partido que este miércoles sufrió Delmás y, por extensión, el Real Zaragoza. La entidad aragonesa había presentado alegaciones al Comité de Competición del mismo ente a la segunda tarjeta recibida por el joven lateral derecho en Cádiz en el partido disputado el pasado lunes. El alegato zaragocista no fue atendido en esta primera instancia. En Apelación, el club espera un fallo favorable y, de esta forma, que Delmás participe en el trascendental encuentro que el equipo del león rampante disputará el domingo ante el Albacete.

El Real Zaragoza ya invocó intentando que la segunda amonestación a Delmás le fuera retirada. El club aportó la documentación pertinente relativa a la segunda tarjeta amarilla, una acción ambigua incluso en la redacción del acta del colegiado vasco Iñaki Vikandi Garrido. Fue francamente equívoco lo redactado por el árbitro, que escribió literalmente lo mismo para describir dos jugadas diferentes, como fueron las dos amarillas vistas por Delmás en el estadio Ramón de Carranza: "Julián José Delmás Germán, número 22 del Real Zaragoza, fue amonestado por derribar a un contrario en la disputa del balón". Esta glosa aparece igual en la narración de la primera tarjeta, mostrada en el minuto 13 de partido, que en la segunda, exhibida en el minuto 66.

El ímpetu excesivo de Julián Delmás le jugó una mala pasada al joven canterano y a su equipo, el Real Zaragoza. La acción era innecesaria, prescindible, mucho más considerando en la zona en que se cometió. Todo lo apuntado con anterioridad debe considerarlo Delmás, un defensa con un futuro espléndido y con un presente ya muy estimable. Puede ser, por tanto, que Delmás se precipitara; pero de ahí media un vasto trecho a que tuviera que ser amonestado, y mucho más a que fuera expulsado.

Si los servicios jurídicos trabajan para que Julián Delmás pueda comparecer en la decisiva cita ante el Albacete fijada para el domingo en La Romareda (18.00), el cuerpo técnico ha comenzado a auditar las alternativas a la ausencia del zauril de Monegrillo. Cosas del fútbol, de la dinámica incierta del pelotón, a apenas cuatro días del careo ante los manchegos el Real Zaragoza no cuenta con ninguno de sus dos laterales derechos específicos. La posición teóricamente mejor cubierta en el plantel carece a fecha de hoy de sus dos dueños. Si Delmás se encuentra en este momento sujeto a sanción, Alberto Benito sigue en su proceso de rehabilitación del esguince de rodilla que sufrió ante el Reus. En un principio, el periodo de recuperación del lateral catalán se fijó hasta la clausura de la liga regular. Sin embargo, su restablecimiento avanza de forma sensible. Incluso Natxo González abrió la puerta a un posible regreso de Benito ante el Albacete en las declaraciones que ofreció nada más caer en Cádiz.

Si Apelación mantuviera la sanción de Delmás, y si Benito no estuviera recuperado el domingo, el abanico de alternativas en el lateral derecho se abre. El multivalente Alberto Zapater podría adaptarse al lateral derecho, pese a que su capacidad de disuasión es muchísimo más eficaz cuando se desenvuelve en el centro del campo. Como variable también cabe considerar al juvenil David Vicente, que ya ha debutado con el primer equipo en el actual curso. El chaval está citado para entrenar hoy a las órdenes de Natxo González.