Las aficiones se citan para animar a sus equipos

Tanto los seguidores del Real Zaragoza como los de la SD Huesca recibirán a los jugadores en los aledaños de La Romareda.

Graderío de La Romareda en un partido del Real Zaragoza.
Graderío de La Romareda en un partido del Real Zaragoza.
Oliver Duch

El derbi de las alturas, la confrontación futbolística aragonesa más esperada por los aficionados debido a las posibilidades de éxito que acompañan en estos momentos tanto el Real Zaragoza como a la Sociedad Deportiva Huesca, se empezará a jugar mucho antes de que el colegiado gallego Rubén Eiriz Mata decrete el comienzo del partido a las 18.00. En torno a dos horas antes, los seguidores de ambos equipos se han citado en los alrededores de La Romareda con el objetivo de recibir a los suyos cuando lleguen al estadio en sus respectivos autobuses.

Por iniciativa de la Federación de Peñas del Real Zaragoza, los aficionados blanquillos han sido llamados a las 16.15. Concretamente en la puerta de los vestuarios, en la calle Bermejo. Será un hervidero de sentimiento zaragocista. Los primeros rugidos del león antes de tan importante cita. La idea de los organizadores es clara: arropar a los jugadores y técnicos con ánimos que insuflen un plus de confianza a los de Natxo González. "Ojalá les sirva de motivación", aseguró José Vicente Casanova, presidente de la Federación de Peñas del Real Zaragoza.

Con idéntico planteamiento se ha organizado a través de las redes sociales una quedada para los aficionados de la SD Huesca. La misma tendrá lugar a las 16.00 en los alrededores de La Romareda. El punto exacto es el entorno del Restaurante Rogelios y la Cervecería Tramsburgo. Los hinchas azulgranas esperarán la llegada del autobús de su equipo para dar ánimos y hacer presente el respaldo de los 1.700 oscenses que obtuvieron su localidad para acudir al derbi.

No serán los únicos en las gradas de La Romareda, donde se salpicarán seguidores altoaragoneses. Estos también se dejarán ver durante todo el día por las calles de Zaragoza, ya que apenas se desplazarán autocares desde la capital oscense y el grueso de aficionados acudirán en sus vehículos particulares.

La gran fiesta del fútbol aragonés ha preparado todos los ingredientes para una tarde de fervor y pasión blanquilla y azulgrana. Será el cuarto capítulo en La Romareda, donde hasta la fecha el Zaragoza domina, aunque por un pequeño margen –una victoria local y dos empates–.

La única pega puede proceder del cielo: los pronósticos aseguran que la lluvia tampoco se quiere perder el derbi.

Para que e fútbol aragonés presuma de duelo regional, que reine la armonía es lo principal. De momento, desde el banquillo de Huesca llega un mensaje conciliador a cargo de Rubi: "Extiendo mi mano en ser los primeros en reconocer si el rival consigue la victoria; y que la disfrute".

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