Lalo, aparejador del actual Zaragoza, jugador clave en el primer ascenso del Huesca

El director deportivo del Real Zaragoza, que ejerció antes el mismo papel en El Alcoraz, fue jugador decisivo en el nacimiento de la nueva era oscense, en aquel ascenso ante el Écija en 2005.

Lalo, en su presentación como jugador del Huesca (arriba, izda.). Celebrando el ascenso en Écija, junto a Sorribas (arriba, dcha.). Y, abajo, en dos momentos del lanzamiento de penalti en el partido de ida en El Alcoraz en el que Lalo marcó el primero de los dos goles en el 2-0 final.
Lalo, en su presentación como jugador del Huesca (arriba, izda.). Celebrando el ascenso en Écija, junto a Sorribas (arriba, dcha.). Y, abajo, en dos momentos del lanzamiento de penalti en el partido de ida en El Alcoraz en el que Lalo marcó el primero de
Rafael Gobantes/Javier Blasco/HA

Gonzalo Arantegui Peñafiel, Lalo, no solo es el director deportivo del Real Zaragoza desde hace poco más de un año. En su figura se reúnen muchos iones que vinculan al club zaragozano con la SD Huesca a través de su persona. El ejecutivo zaragozano, de 41 años, tiene un ramillete de intersecciones entre el cuadro zaragocista y el oscense que lo ubica en un singular balcón a la hora de acometer este derbi aragonés del sábado en La Romareda.

La historia de Lalo entre Zaragoza y Huesca no se ciñe únicamente a su recientísima y corta trayectoria como responsable del área deportiva de ambas entidades. Un camino que hizo como una exhalación comenzando en Huesca para, a mitad de curso pasado, rescindir su compromiso en los despachos de El Alcoraz para llegar al Real Zaragoza al inicio de febrero para relevar al despedido Narciso Juliá en mitad de una crisis galopante del club blanquillo. Antes de este periplo en el cuadro de mandos de las dos sociedades futbolísticas, Lalo también fue futbolista... y perteneció a las dos mismas orillas. 

Porque Lalo, de radicación familiar en Pedrola, se inició en el fútbol semiprofesional siendo un adolescente en aquel Casetas de Segunda B en la campaña 1994-95, con apenas 17 años. Un equipo que entrenaba Vicente Arilla y en el que compartió vestuario con Pascual Sanz, Rodri, Lerga, Quintín, Celma, Gomariz, Tomás Guerrero, Blasco, Javi Pérez, Bueno, Ballestero, Carlos Vicente, Asín... entre otros. Pero enseguida fue captado por el Real Zaragoza para formar parte del filial, entonces Zaragoza B. En la Ciudad Deportiva militó dos campañas, entre 1996 y 1998, a las órdenes de Luis Costa y Manolo Villanova, ambas en Segunda B. Lalo disputaría un total de 56 partidos, anotando 12 goles desde su posición de centrocampista ofensivo.

Sus colegas de promoción en la cantera blanquilla fueron los Láinez, Luis Helguera, Seba, Javi Suárez, Soriano, Rodri, Linares, Rubén Falcón, Dani Aso, Miguel Alfonso, Íñigo, Arza, Moso... Vestido de blanquillo, sin tener opción de jugar con el primer equipo en ningún momento (era la época dulce, ya en su fase decadente, del gran Zaragoza de la Recopa de Europa y la Copa del Rey, de mitad de los noventa, con escasa atención a la cantera), recorrió los campos del grupo norteño de Segunda B.

Y, tras una larga trayectoria comenzada al salir del Zaragoza en el verano del 98, que le hizo viajar por el Levante, Águilas, Gandía, Jerez de los Caballeros, Sevilla B, Binéfar, Conquense y Cultural Leonesa, un ya veterano y experimentado Lalo recaló en la SD Huesca en 2007, cumplidos los 30 años y con la vitola de jugador especialista en la Segunda B. Un refuerzo del nuevo Huesca al que acababan de llegar los actuales dirigentes (Petón, Lasaosa) con el claro propósito de sacarlo de la mediocridad de muchas décadas, problemas económicos graves incluidos, y subirlo al vagón profesional, a la Segunda División A.

Y Lalo, con el '18' a la espalda, fue protagonista principal del ansiado logro, aquel mítico ascenso obrado en el duelo final de la promoción en Écija (en el que militaban el internacional Nolito y el ahora lucense Seoane), con el 1-1 marcado por Roberto en tiempo de aumento que llevó el delirio a la familia azulgrana. Es la imagen que ha quedado para la posteridad... pero tiene un prefacio crucial sin el que lo ocurrido en campo sevillano no hubiera tenido tal valor: en la ida, en El Alcoraz, el Huesca había ganado 2-0, con dos goles de penalti, el primero de los cuales lo marcó, en el minuto 16 de partido... Lalo Arantegui.

En efecto, el actual director deportivo del Real Zaragoza está en la estadística de aquel momento dorado de la historia azulgrana. Un gol tapado, un gol eclipsado por el último de Roberto en Écija, como lo es también el del segundo penalti de la ida, que fue lanzado por el también exzaragocista Edu Roldan en el minuto 93. Esos goles clave, como el primero de Esnáider en la final de la Recopa en París cuando el Real Zaragoza ganó 2-1 al Arsenal de Londres, que quedan diluidos en la memoria por el último y más impactante, en este caso, el de Nayim.

Lalo jugó ese año del primer ascenso del Huesca 36 partidos con el equipo de Onésimo. Prácticamente todo, 3.000 minutos. Y firmó la autoría de 10 goles. El año siguiente, en el estreno en Segunda División, los nuevos refuerzos desplazaron a Arantegui a un plano secundario. En la primera vuelta solo apareció en 6 partidos, apenas 220 minutos. Jugó ante el Castellón, el Nástic de Tarragona, el Tenerife, el Salamanca, el Córdoba y el Rayo Vallecano, solo en los dos primeros casos como titular. Y decidió marcharse en enero, para acabar su carrera como futbolista en el Águilas y, un año más tarde, en el Estepona, de nuevo en Segunda B.

Resulta evidente que los lazos vinculantes de Lalo con el Huesca y con el Real Zaragoza son de cierto calado. Sobre todo, en el ámbito de futbolista, en tierras oscenses. El actual aparejador del proyecto deportivo zaragocista fue, no hace mucho, un jugador de gran peso específico en la tarea de resurrección de la SD Huesca cuando llegó su actual propiedad. Lo mismo que aquel Mikel Rico (hoy en el Athletic de Bilbao), o Ripa (en el Numancia), o Sastre (de nuevo en El Alcoraz), o Dorado (en el Rayo Vallecano), o los Edu Navarro, Corona, Sorribas, Rodri, Roberto, Edu Roldan, Nacho Lafita...

En las imágenes que acompañan esta información se ve a Lalo el día de su presentación como futbolista del Huesca (arriba, izda.); en el partido del ascenso en Écija, charlando con Joaquín Sorribas; y, abajo, en dos momentos del lanzamiento del penalti en la ida, jugada en El Alcoraz, que Lalo anotó (en el golpeo, se ve detrás a Mikel Rico; en la celebración, acude a abrazarle Sastre).

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