Cuatro (quizá cinco) partidos de 7 puntos para el Real Zaragoza

El duelo aragonés del sábado ante el Huesca en La Romareda abre un lote de enfrentamientos decisivos para las opciones de ascenso de los zaragocistas.

Los jugadores del Real Zaragoza, al final del partido en Léon, saludan a la afición aragonesa desplazada para celebrar el triunfo por 0-1.
Cuatro (quizá cinco) partidos de 7 puntos para el Real Zaragoza
César Manso

El partido Real Zaragoza-SD Huesca del próximo sábado en La Romareda (18.00) es el primero de cuatro enfrentamientos -quizá al final hasta cinco, según sean las circunstancias de la visita del Valladolid en mayo- en los que los zaragocistas van a definir, en duelos cruciales, sus opciones de ascenso a Primera División dentro de dos meses.

Si bien es cierto que los 27 puntos que restan por jugarse son de igual valor de mercado en el cómputo final en la tabla clasificatoria, también lo es que, para el equipo de Natxo González, hay 12 de ellos (tal vez 15, por lo antes advertido) que tienen efectos secundarios que podrían resultar definitivos para el éxito blanquillo en su sueño de regresar a la élite al término de esta singular temporada 2017-18. Son aquellos que lo van a enfrentar a los rivales que habitan en lo más alto de la clasificación en este preciso momento, a solo 9 jornadas para el término de la liga: Huesca (3º, con un partido aplazado) y Sporting de Gijón (1º) en La Romareda y, fuera de casa, las visitas al Rayo Vallecano (2º) y Cádiz (4º).

No necesita explicación demasiado extensiva este planteamiento apriorístico. Cada uno de esos cuatro partidos del Real Zaragoza, en caso de victoria, tendrá unos valores añadidos muy beneficiosos para los blanquillos en cada caso: sumaría 3 puntos en esa jornada, haría que el adversario de turno se quedase a cero en esa fecha y, dependiendo de los marcadores, podría hasta ganar el 'golaverage' particular, lo que supondría de facto un punto más pues le daría ventaja en un hipotético empate final a puntos en el último día del torneo (3 de junio). Este último dato lo ganaría siempre ante el Sporting y el Rayo en caso de triunfo zaragocista, pues ya les venció a los dos en la primera vuelta. Más exigente sería el logro con el Cádiz, que saldó el cuadro gaditano con un 0-2 favorable en la primera vuelta en La Romareda y, el próximo sábado, frente al Huesca, pues los altoaragoneses ganaron 3-1 en El Alcoraz en el primer tramo liguero.

Cabe insistir en que, según evolucione el esprint final del campeonato, a este póquer de partidos con aura de final para el Real Zaragoza, se podría añadir el penúltimo de la liga -cronológicamente- en La Romareda frente al Valladolid, pues los pucelanos están hoy en el 7º puesto, con un solo punto menos que los zaragocistas, y también están en disposición de alcanzar la meta de junio como rivales directos para una plaza de opción de ascenso.

Es decir, si va a resultar vital para el Real Zaragoza sumar cuantos más puntos le sea posible en el resto de los duelos pendientes (cuatro), los que lo cruzarán contra el Almería, Reus, Albacete y Barcelona B, resulta evidente que el rango de los envites frente al Huesca, Rayo Vallecano, Sporting de Gijón y Cádiz (el cuarteto de cabeza a fecha de hoy), y, tal vez, el del Valladolid, pone a disposición de los zaragocistas momentos clave para embocar el camino de un éxito brillante que hace dos meses y medio era impensable.

Puede afirmarse, con poco índice de error, que si el Real Zaragoza fuese capaz de estar certero al máximo en sus citas ante oscenses, rayistas, gijoneses y cadistas, el billete del ascenso a Primera estaría próximo a ser, incluso, por la vía directa, sin pasar por la promoción. Son 12 puntos con un alto grado de interés para los de Natxo, con unos efectos inevitables de doble o nada que pueden definir en gran medida el orden de la clasificación final de todos los que están inmersos en la pugna suprema.

Como ya se advertía en este mismo lugar hace tres semanas, si el Real Zaragoza tiene que dejarse por el camino, en alguna gatera, algún punto perdido, la estrategia y el plan de previsión aconseja que sea ante los adversarios que no están en la puja por la Primera División: los ya referidos Almería, Reus, Albacete y Barcelona B. Con ellos, echar a perder algún punto no trae consigo más males que el dolor de no haber ganado desde el prisma de favorito. Con los de arriba, no ganar los 3 puntos sí que generaría perjuicios accesorios por motivos obvios. Este planteamiento se entiende perfectamente tras lo ocurrido hace 8 días ante el Sevilla Atlético, el colista, que ganó sorprendentemente 0-1 en La Romareda y causó un chasco monumental entre el zaragocismo. Dolió lo suyo ese traspié, de muy difícil digestión. Pero no provocó más daños anejos porque el que le hizo el roto no está en el mismo ring ni aspira a lo mismo que los blanquillos. Es la única parte buena, la única lectura positiva, de este tipo de patinazos a estas alturas de la película. Un paradigma que sirve en lo sucesivo para valorar en su justa medida cada partido que resta.

Con estas premisas logísticas, el Real Zaragoza se apresta a acometer el primero de sus cuatro grandes choques en la cima de la clasificación: el derbi aragonés frente al Huesca, este próximo sábado en La Romareda (18.00). A expensas de cuándo jueguen los oscenses el duelo aplazado este fin de semana contra el Albacete por el accidente del jugador de los manchegos Pelayo, numéricamente el Zaragoza llega a esa estación con 52 puntos y los azulgranas con 58. El reto de los de Natxo es, por ello, recortar hasta quedarse, puntualmente, a solo 3 puntos de su siguiente rival y, quien sabe si de alguno más de ese trío que ahora mismo circula en cabeza, con la misma puntuación de 58: Sporting de Gijón, Rayo Vallecano y el propio Huesca.

Una posibilidad, un anhelo, una aspiración legítima, que el Real Zaragoza tiene ahora en sus manos y no está ya en grado de sueño, de deseo o de visión lejana en el tiempo. Si los zaragocistas logran hacer diana en los día D, y ante el Huesca es el primero de los cuatro marcados en rojo en el calendario, "las emociones fuertes" de las que ya habló Natxo González el pasado domingo a la conclusión del partido frente a la Cultural Leonesa, con la victoria por 0-1 aún caliente, empezarían a tomar temperatura elevada. Este es el valor verdadero de lo que resta por dirimir al Real Zaragoza en los próximos 62 días.

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