La carrera de Cezary Wilk como futbolista profesional toca a su fin por culpa de las graves lesiones sufridas por el centrocampista polaco en su desdichada etapa en el Real Zaragoza. El jugador de Varsovia, que cumplió 32 años hace un mes, ha comparecido este martes en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva ante los medios de comunicación para hacer pública su decisión una vez evaluada la respuesta de la rodilla derecha en las últimas semanas, cuando concluyó la rehabilitación de su tercera rotura de ligamentos cruzados anteriores en dicha articulación.

Wilk vive su tercera temporada en el club aragonés, que va a pasar totalmente en blanco pese a que el club le otorgó el dorsal 12 en el último mercado de invierno, cuando obtuvo el alta médica tras 9 meses de baja. Su permanencia en el vestuario en este curso fue un premio extra de la entidad zaragocista para el modélico jugador que llegó en 2015 del Deportivo de La Coruña como refuerzo de primer nivel en aquel verano posterior a la promoción perdida en Las Palmas. Y es que Wilk había concluido sus dos años de contrato el pasado 30 de junio de 2017, de nuevo en la enfermería tras recaer y sufrir el mismo daño en la rodilla por tercera ocasión en abril.

Su paso por el Zaragoza ha dejado, por mor de su mal fario, apenas una participación de 900 minutos repartidos en 11 partidos de liga y 2 de Copa. En la temporada de su debut, la 2015-16, con Ranko Popovic como entrenador, Wilk jugó 9 duelos ligueros y uno de Copa, anotando su único gol como blanquillo en la victoria por 3-2 ante el Almería: de cabeza, a la salida de un córner. En la campaña 2016-17, con Luis Milla en los albores de la competición, Wilk jugó en 2 partidos de liga y otro más de Copa hasta que se volvió a romper. Y eso es todo.

Las fechas clave del paso del polaco por el Real Zaragoza son estas. Su primera lesión grave en la rodilla diestra le sobrevino en el campo de Montilivi de Gerona, a mitad de octubre de 2015. Tras recuperarse de este primer golpe duro, la misma rodilla volvió a quebrarse en los mismos ligamentos el 20 de septiembre del año siguiente, 2016, en un entrenamiento de lunes, solo 11 meses más tarde de la primera operación. Y la tercera réplica fatal en la articulación maldita de Wilk tuvo lugar en la recta final de su nueva rehabilitación, el 10 de abril de 2017, cuando la plastia que le había sido implantada meses antes no aguantó y se rompió de nuevo. Total: tres lesiones gemelas en apenas 18 meses, año y medio natural. Y vuelta a empezar tras pasar por el quirófano.

Cezary Wilk soportó estoicamente otros 9 meses de calvario en una repetitiva recuperación con los fisios y médicos y obtuvo el alta el 1 de febrero pasado, después de ser inscrito en la Liga  por el club con el dorsal 12. Han pasado 47 días desde esa referencia, en la que se dijo públicamente que iba a ser el propio jugador el que, tras entrenarse con normalidad con el resto del grupo, decidiría su futuro en breve tiempo una vez observara la respuesta sobre el campo de su pierna lesionada. Y así va a ser. Exactamente este martes, 20 de marzo.