El Oviedo-Real Zaragoza de la primera vuelta, el día de la exaltación del golpe franco

En aquel movido 2-2 de octubre, Zapater lanzó una a la escuadra y anotó otra por el mismo sitio; en frente, Aarón Ñíguez inauguró el marcador en otra falta directa al ángulo.

Las tres faltas directas que sobresalieron en la trama del partido Real Oviedo-Real Zaragoza de la primera vuelta, el 2 de octubre en el Carlos Tartiere ovetense.
El Oviedo-Real Zaragoza de la primera vuelta, el día de la exaltación del golpe franco
LFP TV Capturas

Cuando se aproxima el partido Real Zaragoza-Real Oviedo de la 28ª jornada, este domingo a las 16.00 en La Romareda, asoma de inmediato en la mente lo vivido el pasado 2 de octubre en el choque de la primera vuelta en el Carlos Tartiere ovetense. Aquel movido 2-2 final, en una noche intempestiva de lunes, vino a ser el día de la exaltación del golpe franco en lo que va de liga. En ningún partido ha habido tantas faltas directas lanzadas con tanta destreza como se dio en ese duelo en campo carbayón.

Zapater, el capitán aragonés, lanzó una que acabó golpeando en la escuadra sin entrar (tras tocarla previamente el portero local Juan Carlos) y, después, insistió por el mismo sitio para lograr el segundo tanto zaragocista. Entremedias, el centrocampista del Oviedo Aarón Ñíguez estrenó el marcador con otro 'free kick' que Cristian Álvarez no pudo siquiera tocar en su estirada.

Todo ocurrió en poco más de media hora. El Real Zaragoza estuvo en un tris de adelantarse en el tanteador, pues el primer chut directo de falta de Zapater, desde 25 metros, que repelió la intersección de larguero con el poste izquierdo de Juan Carlos ocurrió en el minuto 2, apenas iniciado el choque. Y, sin embargo, en una noche que empezó torcida para los blanquillos, del posible 0-1 se pasó al 1-0 solo tres minutos después. En el 5, Aarón Ñíguez, en una distancia similar a la anterior del ejeano, sí que superó de rosca la barrera y, posteriormente, al portero zaragocista.

Lo atípico del día, lo inusual, fue la revancha que tuvo a mano y supo aprovechar un rato después el insistente Zapater. En el minuto 38, el cincovillés gozó de un nuevo golpe franco contra la portería local. En esta ocasión, algo más lejano, unos 30 metros, y colocado en el perfil opuesto, ligeramente, al primero de la noche. El veterano centrocampista volvió a colocar la pelota exactamente en el mismo sitio que 36 minutos antes. De nuevo, Juan Carlos creyó llegar a tiempo para meter las yemas de los dedos y evitar el tanto... pero esta vez le faltaron unas milésimas de segundo para lograr su propósito. El golpeo del '21' zaragocista llegó justo a tiempo de evitar al guardameta astur y el balón acabó dentro con una enorme belleza en la acción global.

Era el 2-2 que, después, acabaría siendo definitivo por el cúmulo de errores en el ataque aragonés, que tuvo el triunfo en la mano en una buena segunda mitad que no supo aprovechar con éxito. Antes, el Oviedo había logrado ponerse hasta con un 2-0 ventajoso en el minuto 28, en aquella pifia tremenda de Verdasca rematando sobre la propia portería zaragocista, al larguero, que dejó en el rechace el gol mascado a Toché, a puerta vacía y a placer. Y, previamente al golazo de falta de Zapater, el central Mikel González había acortado distancias en el 31 empalmando de volea un córner volcado al área local.

No es fácil ver en un mismo partido tres golpes francos tan bonitos, tan bien ejecutados como en aquel partido de la primera vuelta en el Tartiere. Habrá que ver si hay réplica a aquella exhibición en el duelo del domingo en La Romareda entre los mismos protagonistas.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión