El fichaje más mediático de la Segunda División en el mercado invernal recientemente concluido fue, seguramente, el de José Antonio Reyes por el Córdoba, que está casi en terrenos de desahucio rumbo al descenso. El exinternacional sevillano, a sus 34 para 35 años, ha sido un mascarón de proa para la nueva propiedad del club cordobés, por aquello de su currículum (Real Madrid, Arsenal, Atlético de Madrid, Benfica...), pero, de facto, no va a ser tanto para los intereses deportivos de su entrenador. El utrerano, que en 2000 -hace casi 18 años- ya se dejaba ver en el Sevilla, anunció a su firma que estaba para jugar unos pocos minutos... y nada más, después de llevar ocho meses sin mover un dedo tras haberse desvinculado del Espanol el verano pasado.

Hecho este necesario preámbulo que distingue entre mediático y estrella, cabe señalar, por lo tanto, al catalán Álvaro Vázquez como el verdadero movimiento estelar del baile de jugadores de enero en la categoría de plata. Este delantero centro dejó el Espanyol para aterrizar, como cedido, en el Nástic de Tarragona, el rival de este sábado del Real Zaragoza en el Nou Estadi. Y, realmente, cuesta ver a Álvaro Vázquez jugar en Segunda porque, por perfil, credenciales, edad y fútbol, se trata de un punta de primer nivel sin lugar a dudas. Fue la nula sintonía de Álvaro con el entrenador periquito, el exzaragocista Quique Sánchez Flores, la que terminó derivando en esta contratación extraordinaria por parte del Nástic. El jugador, de solo 26 años y con mucha carrera aún por delante, aceptó bajar a Segunda estos meses en busca de minutos y goles, tras año y medio sin apenas oler el césped en partidos oficiales.

Nacido en Montgat (Barcelona) en 1991, es un ariete de 1,82 que debutó en Primera División con el Espanyol, a cuya cantera pertenece, con tan solo 18 años. Ese año ya participó en 30 partidos en la máxima categoría de la mano de Mauricio Pochettino. Y repitió el año siguiente con otros 28. En su tercer año como profesional, jugó hasta enero en Cornellá y fue cedido al Getafe, también en Primera. De ahí dio el salto a la Premier League y militó en el Swansea galés, adonde lo llevó Michael Laudrup, lo que habla por sí solo. Regresó al Getafe de donde, tras dos campañas, retornó al Espanyol nuevamente hace año y medio. Le tiraba la tierra, su casa. Pero no halló buen 'feeling' con Quique y la relación estaba abocada a un divorcio, como así ha sucedido.

Álvaro Vázquez acredita 125 partidos en Primera División y 29 goles (su mejor registro, con 7, lo dio en el Getafe). Y, además, su currículum vitae lo embellecen los datos que aporta su paso por las diferentes selecciones de España en todas las categorías, excepto la absoluta. Formó parte de la generación base que está suponiendo desde hace un par de años el relevo generacional de la actual España de Lopetegui. No en vano, fue este seleccionador quien manejó el tramo principal de Vázquez con La Roja, en el equipo sub-20 (subcampeones del mundo juveniles en 2011 en Colombia, tras perder contra Brasil por penaltis) y en las Eurocopas de ese mismo año y de 2013. Solo por citar a algunos, Álvaro Vázquez fue compañero de selección de Koke, De Gea, Thiago, Morata, Isco, Carvajal, Bartra, Rodrigo, Sergi Roberto, Nacho, Illarramendi, Muniain... En el Mundial juvenil, en el 5-1 a Australia, el delantero recién llegado al Nástic marcó un triplete y dio una asistencia. En aquella final ante los brasileños, que acabó 2-2, los sudamericanos estaban capitaneados por Coutinho, Óscar, Danilo...

Pues este Álvaro Vázquez, en la flor de su carrera deportiva, sorprendió hace mes y medio, al inicio de enero, cuando anunció su adiós momentáneo al Espanyol y su llegada al Nástic de Tarragona, que andaba (y anda) metido en los problemas de la parte baja de la clasificación en Segunda. Y, enseguida, todavía en su fase de aclimatación al equipo grana, al estilo de la categoría B del fútbol español, Vázquez ha empezado a golear con facilidad. En seis ratos, apenas 330 minutos ya suma 3 goles. Uno, decisivo para ganar 0-1 el último día en Albacete. Otro, el primero suyo, clave para dar la campanada y que el Nástic venciese 0-2 en Pamplona al Osasuna. El tercero, inútil en la derrota del Nástic por 1-2 en el derbi comarcal ante el Reus. De las estadísticas se extrae el escalofriante dato de que Álvaro marca, hasta ahora, uno de cada dos disparos entre los tres palos que ejecuta.

De momento, por su falta de tono físico derivado de no haber jugado absolutamente nada desde el verano con el Espanyol, Álvaro Vázquez solo ha jugado completos dos partidos de los seis en los que ya ha participado con el Nástic. Ante el Real Zaragoza, lo previsto es que sea titular y ejerza de líder en vanguardia, ya sí, de forma consolidada.

Y, por cierto, Álvaro Vázquez ya tiene al cuadro zaragocista entre sus trofeos de caza. En su adolescente debut en Primera, cuando el Espanyol le metió 4-0 al Zaragoza de Javier Aguirre, el delantero barcelonés anotó el 3-0, compartiendo delantera con José Callejón y Osvaldo. Dos años más tarde, justo en puertas de marcharse cedido al Getafe, dejó su selló en Cornellá-El Prat marcándole otro gol al Zaragoza, en aquella noche victoriosa para los de Manolo Jiménez, que voltearon al final con goles de Apoño y Hélder Postiga el tanto inicial de este protagonista ahora en Tarragona, Álvaro Vázquez. Además, en sus años 'pericos', fue compañero de vestuario del actual portero zaragocista, Cristian Álvarez, al que la presencia enfrente de Vázquez, como principal amenaza del Nástic, no le va a resultar por lo tanto nada extraña. Al contrario. Ambos se conocen muy bien.