Natxo González pasó al vestuario del equipo durante 20 minutos

El entrenador, en la matinal preparatoria de este miércoles, quiso trasladar el primera persona la confianza en el grupo para relanzar al Real Zaragoza en la clasificación.

Natxo González, junto al capitán, Alberto Zapater
Natxo González, junto al capitán, Alberto Zapater
Guillermo Mestre

El entrenamiento del Real Zaragoza este miércoles, a cuatro días de afrontar el siguiente partido de liga en La Romareda ante el Lugo (domingo, 20.30), tuvo un espacio temporal extraordinario que lo distinguió de los ensayos anteriores y, seguramente, de los posteriores. Fueron los 20 minutos que dedicó el entrenador, Natxo González, a charlar vis a vis con los futbolistas antes de empezar la parte física y técnica del día y una vez concluido el desayuno en el comedor de la Ciudad Deportiva.

Natxo se trasladó desde su vestuario-despacho hasta la caseta de la plantilla y, desde las 11.00 hasta pasadas las 11.20 fue el protagonista de una charla diferente, en un momento donde el equipo necesita sostén moral, fe en sus posibilidades y autoestima. Una iniciativa que, por inusual, toma cuerpo de importante a estas alturas de liga, en los albores de febrero y a punto de acometer la 26ª jornada de liga.

El preparador vasco ha comentado en primera persona a sus pupilos la confianza que todo el grupo disfruta por parte del área deportiva del club. Natxo ha querido apretar la piña, con los datos positivos de lo que va de segunda vuelta, tramo liguero en el que el Real Zaragoza ha obtenido más puntos que en la primera fase (7 ahora por 4 entonces). O con la estadística de los cinco partidos que se han jugado en el año natural de 2018, donde solo cinco equipos han sumado más que los zaragocistas, que en ese parcial ocuparían la 6ª posición en la tabla.

Se trató de un ejercicio de rearme anímico, de bálsamo ante cualquier atisbo de dudas o miedos por el hecho de que el juego haya bajado de nivel pese a que los marcadores son mejores, como fue el caso del último día en Alcorcón. El entrenador, como ya es tónica habitual en las últimas semanas según se desprende de las declaraciones de los propios futbolistas blanquillos, también subrayó la enorme importancia que tiene seguir ganando partidos en La Romareda, como locales, circunstancia que, tras un 2017 terrible, el equipo ha empezado a reconducir en positivo con dos triunfos encadenados ante Tenerife y Córdoba, en las dos comparecencias más recientes en el estadio municipal. Dos citas que acabaron con los 6 puntos en las alforjas zaragocistas y con el aderezo de no haber encajado un solo gol en ninguna de ellas (el Zaragoza ganó 1-0).

En el equipo nadie elude la realidad, que dicta que el devenir de la liga ha puesto al Real Zaragoza en estos momentos en el 12º puesto, a solo 2 puntos de los puestos de peligro. Y el objetivo común es salir de ahí cuanto antes y con una continuidad suficiente como para poder alcanzar otras miras a medio plazo. Para ello, como Natxo ha transmitido al grupo en su propio vestuario, es clave trabajar en adelante con calma, seguridad, solidaridad y sin alteraciones anímicas. Ser capaces de seguir ganándose cada día el inestimable apoyo de la afición de La Romareda para que nada se salga de las coordenadas de la normalidad. Y, en ese escenario, por supuesto, dar el siguiente paso en positivo derrotando al Lugo en la noche del domingo próximo.

El entrenamiento de este miércoles, como el del día anterior, ha tenido las bajas de los lesionados Toquero y Grippo. Son los breves datos de índole deportiva que casi nada aportan de nuevo. La visita de Natxo a sus chicos en el vestuario de los futbolistas, sí que ha tenido mucha más importancia, por motivos obvios.

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