El regreso más esperado

Tras su debut esta temporada en Copa del Rey, ironías del destino, también ante el Lugo de Francisco (próximo rival), Raúl Guti no ha dejado de crecer y demostrar el fútbol que corre por sus venas. Desde aquel 21 de septiembre en el que jugó como mediapunta, el centrocampista aragonés ha retrocedido su posición sobre el césped para ganar enteros en el escalafón de la plantilla y encontrar su hueco, ese que le ha permitido engrosar el once inicial durante ocho jornadas del actual curso.

Su actuación ante el Valencia de Marcelino García Toral, también en el torneo del KO, demostró sus buenas maneras y sembró, cuando menos, la duda en Natxo González acerca de un jugador que había iniciado la temporada en el filial, en Segunda B. La traslación de esta preferencia del preparador vasco por Guti se refleja, aparte de en la confianza mostrada públicamente, en las titularidades y los minutos de los que viene gozando tras su buena actuación ante el conjunto valencianista.

Con Guti, Natxo recuperará para la causa del domingo ante un exigente Lugo a una pieza que considera indispensable. El entrenador zaragocista no es ajeno a los argumentos que el canterano pueda aportar a la candidatura del equipo ante los lucenses. Aparte de un despliegue físico que parece fuera de toda duda, el buen disparo del que ha hecho gala el jugador de 21 años será un nuevo elemento al que tendrá que permanecer atento el cuadro gallego. En varias ocasiones ha reiterado Natxo la importancia de los lanzamientos directos.

En el penúltimo partido antes de su inoportuna rotura de fibras, Guti desatascó el lluvioso choque ante el Barcelona B con un soberbio chut desde 20 metros de distancia, prueba de que bien puede ser uno de los abanderados de la causa de la media distancia. El órdago de gol que Guti lanzó a Ortolá con su disparo fue atrapado por las mallas de La Romareda, deteniendo su ascenso, para alegría de la afición. Una misma hinchada que espera que la progresión del mediocentro aragonés no se vea frenada por más dolencias. Sabe que en sus botas resuenan ecos de grandes tardes.