Natxo busca el mejor plan para jugar contra el Tenerife

El entrenador del Real Zaragoza ha formado con el 4-3-3 en dos de sus últimos tres partidos y el dibujo podría tener continuidad el próximo sábado contra el Tenerife.

Natxo González, en el entrenamiento de pasado martes del Real Zaragoza.
Natxo busca el mejor plan para jugar contra el Tenerife
Toni Galán

Durante el pasado verano, antes y durante la pretemporada, la concepción del Real Zaragoza de Natxo González se enfocó hacia un equipo que pudiera alternar varios sistemas, pero con el 4-4-2 (y sus variantes) como fórmula de cabecera. Hacia ese punto de dirigió el diseño de la plantilla.

El técnico vitoriano llevaba en mente un conjunto basado en la superioridad numérica del centro del campo, de ahí que el 4-4-2 en rombo fuera la base sobre la que agregar las diferentes piezas. Ese esquema prevaleció durante buena parte de las primeras 15 jornadas del campeonato, concretamente, hasta la derrota frontera de Almería, un día en el que el Real Zaragoza perdió algo más que un partido: perdió el estilo, el rumbo y la coherencia.

Con el rombo, el Zaragoza ejecutó su mejor fútbol del año, con una fórmula táctica flexible, en la que con balón el extremo derecho se convertía en segundo delantero (generalmente Toquero) y sin la pelota el mediapunta, la cabeza avanzada del rombo (normalmente Oliver Buff) era quien defendía formando una doble punta con Borja Iglesias.

Sin embargo, a Natxo le entraron las dudas y probó nuevas opciones, manteniendo el 4-4-2, pero matizándolo. Quitó un medio y metió un delantero, Vinícius, y los laterales del rombo vieron cortada su proyección y ocupación de la banda, y ese espacio en los flancos se destinó a extremos más puros, así entró, por ejemplo, Papunashvili en el once y se situó a Febas en la izquierda, cuando ahí no aparecía Pombo.

Con este sistema, tampoco ha terminado de cuajar el Zaragoza, y ahora Natxo busca nuevas vías. El 4-3-3 (o 4-1-4-1, en función de la altura de los extremos) ha emergido en las últimas jornadas como una alternativa. El equipo aragonés se vistió así contra el Albacete y contra el Barcelona B. Solo a comienzo de liga, frente al Alcorcón, Natxo González había probado con ese dibujo.

La consolidación de Eguaras y el imparable crecimiento de Guti le han brindado a Natxo la oportunidad de mezclar un centro del campo de tres futbolistas de diferentes perfiles. Ahora mismo, esos dos jugadores parecen fijos, con un tercero que puede ser Javi Ros o Febas. El ilerderse, en este sistema, se acercaría así a su posición ideal. En Albacete y contra el Barcelona B, Natxo prescindió de él y optó por Ros, de unas características diferentes, pero es innegable que el Zaragoza debe reaccionar con Febas en el campo.

Sin Gaizka Toquero, los extremos han sido para Papunashvili y para Pombo. Alain Oyarzun sería una alternativa, pero ha perdido sitio en el equipo. También Vinícius surge como opción para un extremo, con Borja Iglesias como delantero principal.

O la vuelta al rombo…

Habrá que aguardar al sábado para confirmar o no si el 4-3-3 se consolida como una apuesta táctica estable en el modelo de Natxo González. Ya se ha demostrado durante la temporada que con el técnico vasco no caben los pronósticos ni las especulaciones: los cambios de nombre, posición o dibujo han sido una constante. Un código casi imposible de descifrar.

De cara al partido contra el Tenerife, el técnico también medita, como alternativa, el regreso del 4-4-2 en rombo, con Febas de mediapunta. Así, en principio, Eguaras mantendría su rol como mediocentro posicional, lugar, sin compañía de otro pivote, en el que se está destapando como un futbolista sólido y fiable.

Y en los volantes interiores seguirían Guti y Ros. En punta, Borja Iglesias sería fijo, con Vinícius o Pombo de posible acompañante en una delantera de dos hombres

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión