Es obvio que el Real Zaragoza no está respondiendo a las expectativas generadas el pasado verano respecto de este nuevo proyecto para la temporada 2017-18. Su marcha en la liga, su curva de rendimiento reflejada en la clasificación arrastrada desde agosto hasta diciembre (nunca más arriba de la 11ª posición), su ubicación en esa tabla (próximo a la zona peligrosa de la cola y cada vez más lejos de los puestos de optar al ascenso), la solvencia reflejada en los partidos ganados (5 de 20), sobre todo como local (2 de 9), emite datos que, a mitad del torneo, hace ya unas semanas que permiten análisis con cierta profundidad.

En este proceso evaluativo dentro del club, como cada campaña, se envuelve a todos los sujetos protagonistas del plan, desde el director general, Luis Carlos Cuartero; pasando por el director deportivo, Lalo Arantegui; el secretario técnico, José Mari Barba; el entrenador, Natxo González; y cada uno de los futbolistas seleccionados por ellos para acometer los objetivos desde el inicio de la pretemporada. Y, en estas coordenadas, Natxo hizo singular referencia en la previa del partido de Valladolid al núcleo, al posible origen de los problemas que impiden que el Real Zaragoza esté más arriba, que rinda mejor en el campo y que logre mejores resultados en sus partidos.

Natxo González, en su criterio sobre las raíces del mal, extendió las opciones más allá del equipo, más allá del propio día a día dentro del club. Al final de la rueda de prensa que ofreció en Pinto (Madrid) a los medios de comunicación que acompañaron al equipo en el viaje a Albacete y Valladolid (HERALDO DE ARAGÓN y Aragón TV), el entrenador habló de razones externas. Excluida la afición de manera explícita, al final las acabó centrando en la prensa, en una parte ‘destructiva’ de la misma. Este es, textualmente, el pasaje de esa comparecencia:

Pregunta: La clasificación se ha apretado mucho en la zona de peligro. Como no se gane en Valladolid, el efecto visual de la tabla puede asustar. ¿La importancia del partido de Valladolid es esa, evitar ese susto?

Natxo González: No puede asustar... Algunos ya estáis asustados. En este sentido, primero no pienso en que vayamos a perder en Valladolid y empezar a asustarme ya. Si no, malo. Y, a partir de ahí, veremos a ver cómo salimos de Valladolid. Como bien dices, nos está costando encadenar ese par de victorias, o tres, que te mantengan cerca de las posiciones de privilegio. Y en eso estamos peleando (...).

P.: El equipo funciona mejor fuera de casa que en casa. Fuera es un equipo solvente. Con la puntuación a domicilio, si hubiera hecho una temporada normal en La Romareda, estaríamos hablando de algo muy diferente.

N. G.: Sí, sí. Es difícil de asumir. Y sobre todo el porqué. Todos sabéis los números del Real Zaragoza como local, en La Romareda, no solamente esta temporada, sino en todo el año 2017. Os decía un día que por qué pasa esto. No sabemos cuál es la solución real. Si la supiéramos... Pero hay algo ahí, por lo que no estamos siendo consistentes en casa. Desde fuera siempre, cuando venías como visitante, La Romareda te imponía respeto y siempre considerabas que era un equipo muy difícil de contrarrestar como local. Y luego, cuando estás dentro y miras los números como local, dices ¿cómo puede ser, no? Algo hay, ¿no? Yo creo que es un análisis que tenemos que hacer todos. Los que estamos dentro y los que estáis fuera.

P.: ¿Considera que ese ‘elemento externo’ en La Romareda es tan importante para lo que sucede?

N. G.: Yo creo que si algo tiene importante este equipo y este club es la afición. La afición se está comportando fantásticamente bien (...) Yo creo que ellos sí son capaces de reconocer, por ejemplo, lo que hizo el equipo en Albacete (...). Y, a partir de ahí, no lo sé, no lo sé…

P.: Entonces, ¿es la Prensa el problema?

N. G.: La Prensa... Hay unos que… Hay críticas, como no puede ser de otra manera cuando haces las cosas mal, críticas constructivas. Y hay críticas destructivas… Bueno, cada uno de vosotros, con vuestra conciencia en este sentido, ¿no?