Entre Pinto y... Valladolid

El conjunto aragonés durmió ayer en Pinto y hoy se entrenará en Valdebebas. Mañana quiere disipar cualquier duda en su caminar, cerrando el año con una victoria en Pucela.

Imagen del entrenamiento desarrollado en la mañana de ayer en la Ciudad Deportiva Andrés Iniesta de Albacete.
Imagen del entrenamiento desarrollado en la mañana de ayer en la Ciudad Deportiva Andrés Iniesta de Albacete.
José Vidal

Un empate siempre aglutina un sabor contradictorio. A Natxo González le agradó el comportamiento del Real Zaragoza en Albacete (0-0). Cuestión de gustos, de paladares. El equipo, el encuentro en sí desarrollado en el estadio Carlos Belmonte, discurrió según las coordenadas que él consideraba. Es una opinión, valoración muy estimable pues la articuló el entrenador, el hombre que gestiona desde el banquillo al equipo aragonés. Apenas 24 horas después del balance de Natxo, la Leonesa le ganó al Nástic (2-0), rompiendo una racha negativa de 13 partidos sin ganar (desde el 17 de septiembre, al Huesca por 3-2). Además, los leoneses elevaron la cota del descenso hasta los 20 puntos, puntuación que en estos momentos condenaría al pozo al filial del Barça. El Zaragoza ha reunido hasta la fecha 23. Tres puntos de colchón sobre el frío suelo de la Segunda B. Ayer durmió el Zaragoza en Pinto rumbo a Valladolid. En la tabla clasificatoria tampoco se encuentra demasiado alejado de ese lugar: entre Pinto y Valdemoro.

Según Google Maps, entre Pinto y Valdemoro hay siete kilómetros de autovía (la de la A-4) rodeada por un polígono industrial y el Parque Juan Carlos I. El Real Zaragoza no se acostó ayer lejos de esa porción de asfalto encarnada en aforismo como símbolo de la hesitación. Ayer durmió el equipo del león rampante en Pinto en el Hotel Princesa de Éboli (calle Pablo Picasso, 10). A la ciudad que la gramática parda ubica como origen de la indefinición llegó la expedición aragonesa a las 18.30 desde Albacete, donde Natxo González había dirigido un entrenamiento matutino de recuperación en la Ciudad Deportiva Andrés Iniesta. En la noche posterior al partido en el Carlos Belmonte, el Real Zaragoza durmió en la capital manchega. El punto no fue malo, ningún punto es malo; pero hubieran sido los tres si Papunashvili supiera darle a la pelota con la pierna derecha. Más o menos, como en Sevilla...

Tras el punto contradictorio de Albacete y el entrenamiento en La Mancha, el Zaragoza tiene ante sí en Valladolid la posibilidad de clausurar el año en una posición más holgada. Los resultados de ayer dejaron el descenso a tres puntos y la promoción a ocho. Quedan seis puntos por disputar en la primera vuelta, pero solo tres de ellos se dirimirán en 2017: los que salen a concurso mañana en Valladolid. Tras dormir en el hotel que lleva el nombre de Ana de Mendoza de la Cerda y de Silva y Álvarez de Toledo (la Princesa de Éboli), el Zaragoza se trasladará hoy a la Ciudad Deportiva del Real Madrid, donde a las 11.00 se entrenará. Después regresará al hotel de la bella princesa tuerta para almorzar. Posteriormente, iniciará viaje por carretera hasta Valladolid, con llegada prevista a las 17.30 al Hotel Silken Juan de Austria, en el paseo de Zorrilla de la ciudad castellana. Allí, en la capital del Pisuerga, dormirá el cuadro aragonés antes de la disputa de los últimos 90 minutos del año.

Mañana, Natxo González dirigirá un entrenamiento de activación en horario matinal. La sesión se desarrollará en los campos anejos al Nuevo Estadio José Zorrilla. Por la noche, en el campo antaño llamado de la pulmonía (antes del cubrimiento de las dos gradas situadas detrás de las porterías) el equipo del león rampante necesita sumar para llegar a Navidad con tierra de por medio sobre el inestable suelo de la zona del descenso.

Después de que términos como paciencia, sensaciones, juventud y crecimiento llenaran el prólogo y los primeros renglones de la temporada, el mojón de fin de año invita (y obliga) a nutrir el itinerario con otros palabras. Porque una clasificación no se hace con opiniones, aunque sean tan valorables como las del entrenador. Una clasificación se hace con puntos. Y en esa relación el Zaragoza solo ha logrado almacenar 23. En Valladolid disfrutará mañana de una oportunidad magnífica para enriquecerla con tres puntos en un estadio y ante un rival de tronío en la categoría. El sentido contrario del marcador enfatizaría más si sabe el dicho de entre Pinto y Valdemoro aplicado al caminar del Real Zaragoza, que hoy duerme en Pinto y mañana tiene la posibilidad de despejar las dudas. En Valladolid, no en Valdemoro...

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