Nueva guardia en Almería

Mikel González y Simone Grippo, los dos centrales más veteranos de la plantilla, conformarán este viernes la nueva guardia zaragocista en Almería. Un cúmulo de circunstancias (estados de forma, lesiones, sanciones...) han propiciado que no sea hasta la jornada decimoquinta cuando el vasco y el suizo coincidan juntos por primera vez en el once inicial.

Una circunstancia que no deja de ser sorprendente, teniendo en cuenta que, por galones, ambos eran los señalados como los defensas de más jerarquía de la plantilla. Sí que coincidieron Mikel y Grippo en la segunda parte del encuentro frente al Rayo Vallecano, pero hasta el momento, nunca han compartido fotografía antes del saque inicial.

Natxo González, en función de la disponibilidad de sus futbolistas, ha ido variando su pareja de centrales este curso. A mediados de agosto, en Tenerife, Grippo y Jesús Valentín fueron los titulares en el debut oficial en liga. Mikel González aún no había firmado con el Zaragoza (llegó el 30 de junio) y Verdasca se quedó sin convocar en la grada del estadio tinerfeño. Zalaya sería el repuesto de emergencia en el banquillo. El Grippo-Valentín se mantuvo en la segunda jornada (1-1 en casa con el Granada) y se rompió en la tercera, con la irrupción de Diego Verdasca en el once titular.

El joven central portugués adelantó por la izquierda a Jesús Valentín, que comenzó a quedar relegado a un tercer o cuarto plano para terminar habitualmente fuera de las citaciones. Verdasca, un central que cuenta con la confianza plena de la dirección deportiva, aumentó semana a semana sus prestaciones. A pesar de sus fallos esporádicos, impulsados en la mayoría de ocasiones por su juventud e inexperiencia, el central formado en la cantera del Oporto se asentó en alineación titular del Zaragoza.

La consolidación de Verdasca

Desde la tercera jornada ha sido indiscutible en las alineaciones y ya ha disputado 14 encuentros (12 de liga y dos de la Copa del Rey). Primero junto a Grippo y, después, al lado de Mikel González, que llevó a cabo un plan específico de trabajo para ponerse a punto tras llegar sin tono competitivo en verano. Una inoportuna lesión del central suizo, que sufrió un esguince de rodilla derecha a mediados de septiembre, cerró incluso antes de abrirse el debate sobre qué dos futbolistas debían ser los defensas titulares cuando Mikel alcanzara el estado óptimo.

Verdasca y el propio Mikel González han compartido defensa desde la jornada sexta hasta la decimotercera, el tramo de la temporada en el que el Real Zaragoza ha ofrecido un rendimiento colectivo más estable. Con el portugués y el vasco de titulares, el equipo solo ha perdido un partido, el doloroso derbi aragonés en Huesca, que impulsó el penúltimo cambio en el dúo de centrales. Natxo sentó a Mikel contra el Rayo y devolvió al once a un recuperado Grippo. El suizo, además, regresó con un importantísimo gol de cabeza.

La solidez demandada

La quinta tarjeta amarilla de Verdasca propiciará este viernes el último cambio en el centro de la zaga, con el esperado debut del binomio Grippo-Mikel González, una pareja sobrada de veteranía y recorrido futbolístico. El juego aéreo y la eficacia en la anticipación se presuponen sus mejores activos, siendo la velocidad y la capacidad para defender los balones a la espalda sus teóricos hándicaps.

La nueva pareja aterriza en un momento en el que el Zaragoza demanda, a gritos, mayor solidez defensiva. Los aragoneses vienen de encajar cinco goles en los dos últimos partidos y de transmitir momentos de evidente fragilidad colectiva. Enfrente, un Almería que solo ha anotado nueve goles en todo el campeonato, lo que lo sitúa como el bloque menos realizador de toda la Segunda División. Que siga así, dependerá, en buena medida, del estreno de la nueva guardia zaragocista.