Un déficit peligroso

Con 15 puntos en 13 jornadas, el Real Zaragoza presenta los peores números de su historia reciente en Segunda. La zona de descenso a 2ªB asoma a tres puntos y la promoción de ascenso se aleja hasta las ocho unidades

Javi Ros, Mikel González, Borja Iglesias y Toquero durante la sesión de recuperación de este lunes en la Ciudad Deportiva.
Javi Ros, Mikel González, Borja Iglesias y Toquero durante la sesión de recuperación de este lunes en la Ciudad Deportiva.
Toni Galán

El Real Zaragoza vive su momento más comprometido de la temporada. Natxo González y los jugadores afrontan su semana más difícil desde que el grupo comenzara a preparar el campeonato a principios del mes de julio. La contundente derrota en Huesca en el derbi aragonés -con los peores modos y en el escenario menos propicio- no entraba en ninguna hoja de ruta. Con prácticamente un tercio de la liga cubierto, el Zaragoza acumula un déficit de puntos peligroso. Todavía recuperable, aún no definitivo, pero que convierte las siguientes jornadas en fundamentales. Las urgencias apremiarán todavía más si el equipo no es capaz de convertir en victorias sus próximos compromisos, con el Rayo Vallecano en el horizonte más inmediato.

Los números, incontestables e indiscutibles, hablan de que el actual Real Zaragoza es el peor de su historia reciente en Segunda División. A estas alturas, con 13 partidos disputados, los 15 puntos que ha sumado es el peor bagaje en ligas de tres puntos por victoria en la categoría de plata. Nunca había sumado tan poco en este acotado periodo de partidos, que representa prácticamente el primer tercio del total.

El curso pasado, a estas alturas, sumaba dos más (17). Raúl Agné ya había reemplazado a Luis Milla en el banquillo y en esta misma jornada, la decimotercera, se estrenaba a domicilio con un empate en Mallorca. En la 15-16 y en la 14-15, la cota de puntos se elevaba hasta los 20, con Ranko Popovic y Víctor Muñoz, respectivamente. En la 13-14, la primera temporada de esta presente etapa en Segunda, con Paco Herrera al mando, sumaba 16 unidades, una más que ahora. Por supuesto, en los dos últimos ascensos, con Marcelino García Toral y Paco Flores, los números eran mucho mejores que los actuales. En la 08-09 acumulaba ya 22 puntos y en la 02-03 se disparaba hasta los 25.

La igualdad y el crédito ganado

Los 15 que suma hoy le ubican 15º clasificado de la Segunda División. Su margen con el descenso a 2ªB, que limita el Lorca con 12, se estrecha a tres puntos, mientras que la promoción, que marca con 22 el Numancia, se aleja a ocho unidades. Por fortuna, el Zaragoza compite en una liga marcada por un factor definitorio en sí mismo: la igualdad. A pesar de su mal comienzo de campeonato, con solo tres victorias en 13 partidos, todavía está a tiempo de todo. De lo mejor y de lo peor. En la actual Segunda, cualquier equipo que enlaza dos triunfos (algo que, por cierto, no ha logrado nadie en estas dos últimas semanas), sale disparado hacia la zona alta. Del mismo modo, las derrotas no penalizan tanto en una liga en la que el signo más repetido es el empate.

El otro factor sobre el que se cimienta la estabilidad del equipo (a pesar de su mala puntuación) es el crédito que se ha ganado con su fútbol durante varios tramos de la temporada. Hasta la fecha, la afición zaragocista ha sido paciente y ha estado al lado del entrenador y los jugadores. Los partidos ante el Granada, el Lugo o el Oviedo, que terminaron con empates o derrotas, dejaron la sensación de un potencial que no ha terminado de explotar. Recuperar ese nivel futbolístico, en las antípodas del mostrado en el derbi aragonés frente al Huesca, es la misión más importante que afronta Natxo González en estos tres escasos días que le restan para preparar el vital compromiso ante el Rayo Vallecano.

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