El valor moral de encadenar 5 jornadas sumando puntos

La plantilla del Real Zaragoza observa con efectos positivos su primera buena racha del curso, que pretende prolongar en Sevilla.

Oyarzun, en La Romareda.
El valor moral de encadenar 5 jornadas sumando puntos
Oliver Duch

Empates frente al Nástic en La Romareda (1-1) y Oviedo en el Tartiere (2-2). Victorias frente al Numancia en casa (3-0) y en el campo del Lorca FC (0-2). Y el nuevo empate frente al Osasuna en el estadio zaragocista el pasado domingo (1-1). Esta es la secuencia de 5 jornadas consecutivas sumando puntos en la que se haya inmerso el Real Zaragoza desde el pasado 24 de septiembre.

Este parcial, que comenzó siendo cola del peor inicio de temporada de la historia en Segunda División (eso significaban puntualmente las igualadas ante tarraconenses y ovetenses), es el que ahora rige en el entorno zaragocista para aliviar sensaciones y ensalzar con solvencia las buenas vibraciones que el fútbol exhibido por el equipo venía emitiendo desde los primeros compases de la liga. Un tramo donde el Real Zaragoza ha adicionado a sus semivacías alforjas del primer mes de torneo 9 de los últimos 15 puntos disputados.

Con réditos, los balances numéricos de cualquier negocio obtienen un brillo diferente. Ahí se halla instalado ahora mismo el equipo zaragocista. Lleva un mes en el que, ya sí, parece que le empieza a cundir el tajo. Y esa sensación provoca efectos morales y anímicos muy positivos dentro y alrededor del vestuario. El aire tiene más oxígeno. La confianza gana terreno a las justificadas dudas. Lo tangible empieza a orillar a los actos de fe. 

Alain Oyarzun, voz de la plantilla en la Ciudad Deportiva este jueves, se aferró a esta vivencia para invocar continuidad y llamar a la esperanza de todo el zaragocismo. "Llevamos 5 partidos sin perder. Pero sabemos que en esta liga también llegan malas rachas. Ahora estamos en una buena dinámica, haciendo las cosas muy bien. Y es momento de estar juntos", apuntó el zurdo donostiarra.

Hasta estos últimos 15 días, espacio temporal en el que el Real Zaragoza ha logrado despuntar y huir de la incómoda zona de descenso a Segunda B (en ese montacargas llegaron a afrontar el partido de Oviedo), a todo el mundo le daba respeto afrontar el día a día, viendo cómo el fútbol y las intenciones del equipo en cada partido no desembocaban convenientemente en forma de puntos. Algo no se hacía bien, algo faltaba, algo sobraba, algún mecanismo impedía el éxito. Los protagonistas actuaron con calma, favorecidos por la paciencia y el destensado ambiente que este año se aprecia en el envoltorio del equipo a diferencia de lo ocurrido en muchos años previos. Y hace un par de semanas que comienza a salir el sol ahí dentro: "En pretemporada dijimos que queríamos ser un equipo fiable y, poco a poco, lo estamos consiguiendo. Hasta ahora, el único problema es que los resultados no llegaban", recordó Oyarzun con los mismos sencillos argumentos que se han esgrimido hasta ahora.

El vasco es el futbolista más oscilante en las alineaciones de Natxo hasta ahora. Empezó jugando en su posición natural, la de extremo izquierdo, y ha terminado por ser utilizado como lateral de largo recorrido, formando parte de la línea defensiva como punto de partida en la pizarra. Y, a su vez, ha alternado la titularidad, la suplencia e, incluso, la grada (en Lorca no se vistió al quedar descartado). El '11' del Real Zaragoza no se muestra contrariado por esta circunstancia y extiende al resto de compañeros su parecer: "Este es un deporte colectivo. Y solo juegan once cada día. Pero sabemos de la importancia de todos los jugadores de la plantilla. Igual, ahora, hay gente que está recibiendo menos minutos. Pero todo el mundo entrena bien y seguro que a todos les va a llegar su momento. Y ahí es donde habrá que dar nota alta", razonó Oyarzun.

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