Un equipo de 20 titulares

La política de rotaciones instaurada por Natxo González no afecta al nivel de juego del Real Zaragoza. Casi todos los futbolistas de la plantilla están gozando de relevancia

Raúl Guti fue una de las novedades de Natxo González en Lorca
Raúl Guti fue una de las novedades de Natxo González en Lorca

Una de las señas de identidad del Zaragoza de Natxo González es la ausencia de un ‘once tipo’. Existe una base de nombres más o menos consolidados que dan forma al esqueleto del equipo, pero no una alineación ancha y completa que se pueda recitar de memoria, a la vieja usanza. Natxo González aún no ha repetido once en dos jornadas seguidas. Unas veces podía justificarse por causas forzosas -lesiones, problemas físicos, sanciones…- pero, generalmente, el técnico analiza y prepara sus formaciones incluyendo matices, reajustes y variaciones condicionadas por las virtudes y defectos del rival, las características del campo o el césped, o los trazos que se le pueden intuir al partido. Por eso, en Lorca, Natxo optó por Javi Ros y Guti como novedades, dos pinceladas muy concretas: centrocampistas de cantidad, más que de calidad, solidarios, con cualidades defensivas, gregarios y territoriales, mucho más que los sacrificados, Eguaras -que venía de cuajar dos partidos excelsos como timón del equipo- y Buff. Y pese a todo, el Zaragoza no se resintió en su estructura, no perdió musculatura competitiva ni tampoco notas de su identidad. Fue un Zaragoza distinto, más adecuado al Lorca y al mal estado del césped, sin dejar de ser el Zaragoza.

Este está siendo uno de los grandes secretos: la gestión del grupo por parte de Natxo González. Aparece Oyarzun en la alineación, destaca y al siguiente partido se queda en la grada sin que se le borre la sonrisa. Descansa Ángel y reaparece en el once vestido de obús por la izquierda. Papunashvili no termina de asaltar la titularidad, pero no desaprovecha ni un minuto, ni baja los brazos. Javi Ros se cae de algunas convocatoria y recupera plaza titular con gol y rendimiento. Se rompe Benito y Delmás lo releva con solvencia… Natxo González está alargando así aún más una plantilla ya de por sí profunda y rica en perfiles posicionales, un Zaragoza del que puede afirmarse que cuenta con 20 futbolistas titulares. Excepto Raí, Zalaya y Lasure, todo el plantel -incluidos dos porteros- ya ha sido titular alguna vez en liga (9 jornadas) o en Copa (dos partidos). Los minutos están repartidos y son más caros que nunca. Casi todos están gozando de relevancia.

Con esta política de suaves rotaciones, Natxo González no solo está adaptando a su equipo las circunstancias de cada partido sino que también está moldeando emocional y mentalmente a sus jugadores. A todos los futbolistas se les aprecia ‘enchufados’, a quien juega poco y a quien juega mucho. El Zaragoza puede cambiar el envase de su fútbol, pero no el contenido. Un signo evidente de que, además de coherencia en la confección de la plantilla y trabajo de entrenamiento, hay también algo mucho más poderoso: una idea de juego.

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