Alegría y respiro: el Zaragoza apuntala su autoestima y lo emite hacia el exterior

No es la primera vez, ni será la última. Los futbolistas del Real Zaragoza quisieron lanzar al cielo su felicidad y alivio tras ganar en la medianoche de este miércoles por 0-2 en Lorca y utilizaron una fotografía en el vestuario remitida a través de las redes sociales. Una prueba fiel del talante que se respira en el remodelado grupo blanquillo, de la buena mezcla personal y humana que, en líneas generales, reina en el nuevo grupo de jugadores zaragocistas.

Alegría, jolgorio, satisfacción y, sobre todo, subidón de autoestima. Tanto dentro de la caseta, como destila la foto fija del estadio Artés Carrasco, como fuera de ella, en el entorno. A Oviedo se acudió hace 9 días en posición de descenso a Segunda B. Terceros por la cola, después de un extraño, anómalo y paradójico inicio de temporada en el que la renta de puntos no se correspondía, ni con mucho, con el buen juego mostrado por momentos en varios de los partidos disputados. Había que salir de ahí con suma urgencia. El equipo, favorecido por la calma tácita del exterior -también del interior del club-, tenía que dar la talla y revertir los problemas de solvencia que lo habían dejado atascado en la salida de la carrera. Oviedo, Numancia, Lorca... Fallar de nuevo en este tramo, proseguir con la tacada de 'ganapierdes' de principio de curso, era sinónimo de problemas. A nadie escapaba tal hecho.

Y los profesionales del vestuario zaragocista han sabido resolver el asunto con aplomo y carácter. Por eso gritan las victorias de este modo. Por eso se abrazan sobre el césped con la efusividad que lo hacen cuando los partidos acaban en positivo. Por eso se perciben aromas de ilusión y esperanza de cara al futuro a medio plazo.

Ganar 7 de los últimos 9 puntos, una cifra importante siempre a modo de dinámica, solo ha servido de momento para salir de la incómoda y nerviosa zona de descenso a Segunda B e instalarse a media tabla. El retardo es aún relevante y requiere de más eslabones victoriosos. Pero tiempo hay a raudales. Sin prisas se camina más seguro. Y, sobre todo, si empiezan a casar el juego bonito y rentable con los puntos obtenidos al término de cada jornada. Osasuna, en La Romareda este domingo, es la siguiente estación.

Ojalá que la plantilla, como en esta foto feliz de Lorca, pueda darse el gusto de mostrar al zaragocismo cómo se brinda por las victorias nada más entrar en el vestuario en un equipo que mezcla juventud y veteranía con unas valencias que se empiezan a manifestar como adecuadas.