Grippo regresa a medio gas y con más competencia que nunca

El central suizo se une al grupo aunque aún está lejos del punto de forma adecuado para ser titular, en un momento, además, de crecimiento de la pareja Mikel-Verdasca

Grippo, este miércoles, en su regreso a los entrenamientos con el grupo
Grippo regresa a medio gas y con más competencia que nunca
Daniel Marzo

Simone Grippo se ha reincorporado al trabajo de grupo de Real Zaragoza, aunque lo ha hecho a medio gas, aún muy lejos de la plenitud física que le permita regresar a los terrenos de juego de forma inmediata. El central suizo ha entrado en la cuarta semana de recuperación de su esguince en la rodilla derecha, dentro del programa de rehabilitación previsto, enfocado a que a estas alturas, durante los próximos días, fuera ganando volumen y calidad de entrenamiento.

Grippo se encuentra muy mejorado, recuperado en la práctica, pero aún le faltan sesiones para alcanzar un punto óptimo de forma y poder ser un futbolista plenamente a disposición de Natxo González. De no mediar ningún contratiempo, con esta semana de trabajo, el central suizo -lesionado en Lugo hace 19 días- completará su rehabilitación, aunque será su evolución la que determine si puede entrar en la convocatoria para el partido del domingo contra el Numancia. En cualquier caso, es improbable que juegue como titular ese partido. Si Natxo cuenta con él, será como suplente, en previsión de poderle dar minutos y adecuarlo de cara a los siguientes compromisos, contra Lorca y Osasuna.

Por otro lado, habrá que esperar que gestión efectúa Natxo González de sus centrales. Grippo era titular indiscutible en el momento de su lesión. Un futbolista fijo en los esquemas del entrenador. Sin embargo, el estatus de la posición ha cambiado notablemente en las últimas tres semanas. Mikel González se ha consolidado como la pieza protagonista para la que fue contratado. Su progresión física y futbolística tras su tardío fichaje ha acelerado etapas en los últimos partido. Por su parte, Verdasca también está marcando una línea de crecimiento. Pese a su error puntual de conceptos en el segundo gol del Oviedo y las dudas que despertó durante la pretemporada, el joven portugués emite detalles positivos, tanto a nivel defensivo como en la generación de juego (salida de balón, desplazamiento en largo…). Verdasca se está sobreponiendo así, con una llamativa personalidad, al lógico peaje de su llegada, siendo un futbolista de 21 años, en un nuevo país y contexto competitivo.

De este modo, Grippo, una vez culmine esta semana su recuperación, se va a encontrar un escenario y un reparto de jerarquías muy diferente al que disfrutaba en el momento de su lesión. Será Natxo González quien resuelva.

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