Borja Iglesias jugará en Oviedo: el Comité de Competición hace justicia

Los jueces del comité federativo anulan la segunda amarilla que Figueroa Vázquez le mostró injustificadamente el domingo pasado ante el Nástic.

Momento en el que se inicia la acción en la que el portero del Nástic, Dimitrievski, acaba tirándose al suelo fingiendo una agresión de Borja Iglesias que no existió.
Momento en el que se inicia la acción en la que el portero del Nástic, Dimitrievski, acaba tirándose al suelo fingiendo una agresión de Borja Iglesias que no existió.
Toni Galán

Era lógico. De sentido común. El Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol ha anulado este miércoles la segunda amarilla que el árbitro Figueroa Vázquez le mostró a Borja Iglesias en el minuto 44 del partido Real Zaragoza-Nástic de Tarragona del pasado domingo. No tenía razón de ser. Fue una decisión injustificada y desproporcionada, sin sentido, sin base cabal alguna. Una tarjeta nociva para el Real Zaragoza, pues fue la segunda del delantero y, por ello, derivó en que los aragoneses tuvieran que jugar todo el segundo tiempo en inferioridad numérica, lo que repercutió en el marcador final (pasó de victoria parcial zaragocista por 1-0 al 1-1 definitivo).

Borja Iglesias, así, podrá ser alineado por Natxo González en el próximo partido, el lunes que viene en Oviedo. Por este lado, todo vuelve a la normalidad. En sentido retroactivo, el desagravio no es posible. Los 46 minutos sin Borja Iglesias en el campo ante el rival de Tarragona ya no pueden devolverse. Y la presumible victoria bien encarada en aquellos instantes del juego, tampoco.

Los jueces de Competición han puesto en evidencia a Figueroa Vázquez, que no va a salir bien parado de este episodio, del que solo él tiene la responsabilidad de haber comenzado y haber dado carta de naturaleza. Figueroa supo cómo empezaba, el pasado domingo en La Romareda, donde puso en escena su talante, su actitud personal, su conducta como árbitro durante el partido Real Zaragoza-Nástic. Pero difícilmente va a controlar cómo acabe. Eso ya no está en su voluntad. De entrada, Competición lo acaba de dejar a la altura del betún con el asunto de Borja Iglesias. El martes, el propio capitán del Nástic, un loable y honrado Xavi Molina, también desmoronó la capacidad cognitiva de Figueroa al asegurar que Dimitrievski, el portero/actor/tramposo macedonio de los granas, no había sido codeado agresivamente por Borja Iglesias.

Parece ser que eso de "soltar el brazo a un contrario de forma temeraria mostrando desconsideración con él mismo , no estando el balón en juego", que es lo que dijo ver Figueroa en su narración en el acta, luego no sale en las imágenes. No tuvo lugar. Menos mal que no exite el photoshop en el vídeo, si no, podíamos haber asistido a una intensa labor de maquillaje de la jugada desde el ordenador del colegiado en las horas previas a este fallo en la sede federativa. Pseudología fantástica, patología de difícil cura.

Eso sí, Competición mantiene la primera amarilla a Borja y la amonestación que vio Febas, ambas por protestar, según el acta de Figueroa. Ahí, el Real Zaragoza debe estudiar en las próximas horas si acude a la siguiente instancia federativa, el Comité de Apelación, o deja correr ya el aire en una polémica increíblemente organizada, gratis, por el árbitro sevillano que visitó La Romareda el domingo.

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