"Es cierto. Pasa el tiempo y ya no somos tan nuevos, nos vamos conociendo"

Ángel Martínez, el lateral zurdo del Real Zaragoza, admite que el escudo de ser un equipo nuevo y la falta de cohesión empieza a perder vigencia.

Ángel Martínez en un ejercicio con balón en la Ciudad Deportiva del Real Zaragoza.
"Es cierto. Pasa el tiempo y ya no somos tan nuevos, nos vamos conociendo"
Guillermo Mestre

Oviedo. Séptima jornada de liga. Octubre. El Real Zaragoza emprende una nueva fase de la temporada, atascado en la cola de la clasificación y con la perentoria necesidad -y obligación- de salir a flote en la tabla para eludir problemas de identidad y nerviosismo que podrían llegar fruto de la acumulación de resultados no positivos. La plantilla y el cuerpo técnico son conscientes de ello. El escudo, hasta ahora permanentemente activado, de la heterogeneidad de la plantilla, nueva en un 90 por ciento de sus componentes, de la falta de cohesión porque la pretemporada se quedó escasa de tiempo, comienza a perder vigencia. La competición no entiende de moratorias en este sentido.

Ángel Martínez, el lateral izquierdo titular del equipo zaragocista, admitió este miércoles ese efecto que ya se siente en la caseta. "Es cierto. Va pasando el tiempo, ya no somos tan nuevos, nos vamos conociendo", reconoció el barcelonés. Es hora de empezar a mostrar signos de solvencia que, en el caso del Real Zaragoza actual, solo vendrán de la mano de victorias y de una esperada escalada en la clasificación, en la que el equipo de Natxo González es ahora 18º con solo 5 puntos de 18 disputados.

El equipo está convencido de que el lunes, en el Carlos Tartiere, serán capaces de empezar la ansiada reacción. "Creemos en lo que estamos haciendo. Creemos que esta es la forma que nos va a dar puntos y lo vamos a seguir haciendo igual", apostilló Ángel Martínez en relación al convencimiento del grupo en los métodos y teorías del entrenador vitoriano.

Dadas las evidentes circunstancias numéricas, la primera medicina que ha administrado Natxo en el vestuario es la calma. Que nadie sufra vértigos ni se vea afectado por la responsabilidad. Es momento de actuar con naturalidad para encontrar el camino del triunfo. Así lo explicó Ángel: "Sobre todo, no podemos obsesionarnos. Nos está faltando ese pelín de suerte que, a veces, se tiene haciendo las cosas peor. Porque, en la mayoría de los partidos, hemos podido sumar más", argumentó.

Es verdad que frente al Nástic el último día, o en Lugo, o frente al Granada en La Romareda, el Real Zaragoza dejó escapar entre las manos varios puntos que, de haber consolidado, darían una visión bien diferente del presente zaragocista. Pero el fútbol vive de realidades, no de sensaciones ni de hipótesis. Por eso, el duelo próximo, en Oviedo, adquiere un valor relevante para marcar el devenir inmediato del Real Zaragoza en la competición. Por ahora, ni Natxo ni la plantilla van a modificar en exceso los planteamientos que vienen trabajando desde julio. "El miramiento nuestro en Oviedo va a ser el de todos los partidos. Saldremos a ganar los 3 puntos. Queremos y debemos aprender de nuestros errores". Ahí radica la clave. En seguir mostrando las virtudes que emanan de las individualidades del renovado Real Zaragoza pero solucionando con urgencia los yerros que están penalizando seriamente los marcadores finales.

Como dice Ángel Martínez, el tiempo pasa y la razón de ser un equipo nuevo y sin compenetración ya no tiene apenas fuerza. Es hora de mostrar sobre el césped la mejora de estos hándicap. Y eso solo puede venir a base de victorias.

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