El nuevo Real Zaragoza cae en Lugo víctima de los viejos males

Los de Natxo se fueron al descanso ganando 0-1, pero los gallegos remontaron un igualado partido con el gol definitivo en el minuto 92.

Verdasca despeja un balón en el partido contra el Lugo
Verdasca despeja un balón en el partido contra el Lugo
Alberto López/La Voz de Galicia

Varapalo profundo para el Real Zaragoza en Lugo. Ganaba a mitad del partido. Lo hacía a falta de 25 minutos y daba muestras de poder llevarse los 3 puntos del Anxo Carro. Pero no supo ni siquiera atar el empate, ese 1-1 con el que se alcanzó el tiempo reglamentado. La derrota se consumó en el aumento, sin saber cómo. O sea, lo de siempre en los últimos tiempos. Pasan los jugadores, los entrenadores, los directores deportivos, los planes, pero este tipo de bofetadas no cesan. Fue un partido en el que pudo ganar cualquiera, porque ambos equipos gozaron de ocasiones y generaron juego ofensivo de principio a fin. Pero el mal fario de Lugo sigue activo para los zaragocistas y fueron los locales los que hallaron la puerta del éxito en otra noche negra a orillas del Miño para los blanquillos.

Entretenida y abierta resultó la primera parte. Con dos equipos cargados de instinto ofensivo, incorporando muchos hombres en cada ataque hacia las dos áreas en los diferentes momentos de dominio alterno que se dieron en los primeros 45 minutos. Fue el Lugo el que empezó mejor. El Real Zaragoza tenía dificultades en los primeros 15 minutos para domar el balón en la medular y los gallegos, con Seoane y Azzeez muy activos, llevaron media docena de pelotas peligrosas a las inmediaciones del debutante -en liga- Cristian Álvarez.

Azzez gozó del primer balón de gol en el minuto 6, pero su disparo, muy adentro del área tras pase de Iriome, se marchó rozando el larguero. En el 8 los gallegos protestaron un posible penalti de Verdasca, al que el balón golpeó en el brazo tras un rebote, hecho que Ais Reig, un clon de tolerancia de su paisano Mateu Lahoz, consideró involuntario. Y en el 11, dentro de ese buen inicio local, fue el ariete Fydriszewski (argentino apodado Polaco, por su obvia ascendencia paterna) quien culminó un ataque con un chut raso, cruzado, desde el punto de penalti, que se marchó fuera. Necesitaba espabilar el Real Zaragoza y lo hizo con contundencia.

En el primer ataque serio de los blanquillos, Buff hizo una gran jugada personal en el lateral diestro del área, se fue de su par, se metió hasta el palo y su centro atrás lo remató Ángel Martínez en carrera. La pelota iba dentro, la tocó el central Miquel bajo palos y, con enorme fortuna, el balón se elevó para salir por encima del larguero. Una carambola afortunada para los gallegos que evitó que los de Natxo tomaran ventaja en el marcador. Un minuto después, Buff reafirmó que era su noche. Controló en el área una pelota cedida por Toquero, de espaldas, se revolvió con clase y remató ajustado al palo izquierdo, por fuera. Era el segundo aviso de los aragoneses, que tomaron cuerpo ahí mismo en el choque.

En el 24, ya con el Lugo rebajado en su gas, fue Pombo el que tuvo una pelota franca en el área tras un contragolpe montado por Borja Iglesias, peleándose toda la noche con su central, Bernardo. El canterano, demasiado alborotado, remató sin demasiada fe pese a su buena posición y el portero Juan Carlos paró sin dificultades. Los lucenses ya solo se acercarían con peligro hacia el flemático Cristian Álvarez (estuvo muy sereno en todo momento en su estreno), en un centro cerrado del lateral Campabadal que Verdasca echó a saque de esquina muy cerca de la portería, con bastante riesgo, en el minuto 26. De ahí al descanso, solo el Real Zaragoza fue capaz de montar jugadas con aroma de peligro.

En el 27, Zapater lanzó una falta directa desde 25 metros que Juan Carlos desvió a córner junto al larguero. Y, en uno de los balones tocados por los zaragocistas desde atrás, donde esta vez Grippo y Verdasca, junto a Ros y Zapater, colaboraron eficazmente en la transición controlada, Benito asistió en profundidad a Buff que salió como una gacela desde la línea de medios al desmarque. Lo dejó solo ante el portero local. Controló, avanzó con confianza y, en el momento justo, remató por alto batiendo la portería del Lugo. En el minuto 37, el Real Zaragoza se ponía por delante y encauzaba bien un partido bien trabajado en todas las facetas tácticas.

Un dato previo favoreció esta situación favorable. Con 0-0, en el minuto 15, el linier de Ais Reig anuló un gol legal a Campillo, un golazo de chilena a centro de Iriome. Consideró fuera de juego donde no lo había. Esta vez, el error arbitral hizo daño al rival y no a los blanquillos. Buff se erigió en el mejor jugador del equipo en el primer tramo del duelo. Borja Iglesias y Toquero se fajaron con una pegajosa defensa gallega y abrieron espacios para los laterales, mucho mejor Benito en sus llegadas que Ángel Martínez, también muy enchufado. En general, hubo una buena armonía en todo el bloque y el 0-1 ayudó a creer en sus posibilidades a todos los jugadores.

En el descanso, Grippo se quedó en la ducha y debutó Mikel González. Olió a lesión, a problemas físicos. El segundo tiempo comenzó con la buena inercia adquirida por los zaragocistas tras su gol. Borja Iglesias dispuso enseguida de hasta dos claras ocasiones para haber encarrilado el triunfo con mayor solvencia. En el 50 culminó mal un mano a mano forzado dentro del área, al rematar mal un balón que iba botando. Juan Carlos la echó a córner. Cinco minutos después, el ariete compostelano se fue en velocidad de Bernando, entró solo en el área, y su remate cruzado, potente, se marchó fuera por centímetros. Fue una pena no haber aprovechado esas ocasiones porque, como estaba cantado, todo iba a complicarse después con el acoso natural de los locales.

Azeez forzó a Cristian Álvarez a hacer una gran parada tras volear un córner en el área en el minuto 61. El Lugo reaccionaba y los zaragocistas, como cada día desde el verano, sufrían a balón parado. Y ahí, en otro saque de esquina, llegó el 1-1. Seoane recogió la segunda jugada, tras un cabezazo previo en el punto de penalti, y remachó a placer cerca del palo izquierdo. Se había esfumado la ventaja zaragocista a falta de 24 minutos para el final y tocaba resetear. Ya no servía la contemplación favorecida por el 0-1. Al equipo de Natxo no se le da bien, por ahora, lo de aguantar resultados como pauta principal. Faltan tablas.

Francisco, el entrenador del Lugo, había metido al ariete Cristian Herrera e hizo debutar al extremo paraguayo Albarracín, en busca del volteo del marcador. A falta de un cuarto de hora, Natxo también estrenó a Vinícius en el puesto del agotado Buff, bastante más inactivo que en su gran primera parte. Ambos técnicos se jugaban todas sus bazas arriba en pos de la victoria. El empate sabía a poco.

Toquero tuvo de cabeza el 1-2 en el minuto 80, en un segundo centro al área tras un córner. Pero se encontró con un paradón de Juan Carlos, bajo palos, enviando a saque de esquina con la punta de los dedos junto al larguero. La respuesta gallega no tardó en llegar. En una contra rápida de Albarracín en el 82, dejó solo a Cristian Herrera ante su tocayo Álvarez. El portero zaragocista evitó el 2-1 cantado al aguantar de pie y rechazar a córner con el cuerpo, casi con la cara. Era un toma y daca constante. Aún sacaría al campo Francisco a otro hombre de ataque, el madridista Sergio Díaz. Más madera. Y le dio resultado porque el Zaragoza nuevo tiene los males viejos en vena.

En el minuto 92, con todo ya concluido y después de un par de contragolpes más culminados por los aragoneses, con un disparo de Pombo que volvió a rechazar bien Juan Carlos y otro de Oyarzun, recién salido al césped que también salvó el arquero lucense, el canario Iriome firmó de cabeza el 2-1 final. Tremendo varapalo. Al más puro estilo del año pasado, y del anterior, y del anterior… Una pesadilla. Mucho más severa cuando tiene lugar en este campo, el Anxo Carro, gafe, muy gafe para este Real Zaragoza de Segunda en el último lustro. Iriome cabeceó en carrera un centro desde la izquierda. Nadie tapó al pasador. Tampoco al rematador. No sabe defender el equipo de Natxo, al que su intención de clonar al Reus en la capital aragonesa le está saliendo mal desde julio.

Adiós al triunfo del descanso. Adiós al empate que estaba atado ya en tiempo de aumento. Otra derrota. Tres en cinco partidos. Con 4 puntos, el Real Zaragoza va a caer a la cola en la 5ª jornada. La peor noticia en el estado de calma asumido por todo el zaragocismo. Hace falta sustancia, réditos en los que apoyarse. Y estos no están llegando. El equipo tiene trazas, intenciones, pero sufre y padece de los grandes males que, en campañas precedentes, lo han ido deteriorando con otros protagonistas y con gente de otro perfil. Es como un mal genético que no hay manera de extirpar. Toca remar. Y mucho. La liga está en marcha y no caben subterfugios en esta plaza.

Ficha Técnica

CD Lugo: Juan Carlos; Campabadal, Bernardo, Miquel, Luis Ruiz; Seoane, Azeez; Iriome, Campillo (Sergio Díaz, 84), Fede Vico (Albarracín, 75); y Fydriszewski (Cristian Herrera, 63).

Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Benito, Grippo (Mikel González, 46), Verdasca, Ángel Martínez; Zapater, Javi Ros; Toquero, Buff (Vinícius, 75), Pombo (Oyarzun, 88); y Borja Iglesias.

Árbitro: Ais Reig (Comité Valenciano). Amonestó a Borja Iglesias (51), Fede Vico (57), Ángel Martínez (62) y Francisco, el entrenador local (92).

Goles: 0-1, min. 37: Buff. 1-1, min. 66: Seoane. 2-1, min. 92: Iriome.

Incidencias: Noche fría y nublada en Lugo, con apenas 12 grados al inicio del partido, las 21.00. Durante el día llovió de manera intermitente. El césped presentó un aspecto excelente, rápido por efectos de la meteorología. A las gradas del Anxo Carro solo asistieron 3.198 espectadores. Respecto de años anteriores, se notó la mejora en la iluminación artificial del estadio.

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