Zapater exige el máximo esfuerzo desde el primer día

El capitán del Real Zaragoza subraya en el Ayuntamiento la necesidad de darlo todo. Cubero alaba la política canterista y Lapetra recuerda La Romareda.

Los jugadores del Real Zaragoza, esperando ayer en el vestíbulo del Ayuntamiento.
Zapater exige el máximo esfuerzo desde el primer día
Aránzazu Navarro

Después del emocionado abrazo a la Virgen, la expedición zaragocista se dirigió al Ayuntamiento, edificio anejo a la catedral-basílica. Apenas unos metros, pero muchísimos zaragocistas. Autógrafos, selfis, algún beso... Los más solicitados eran Toquero y el capitán, Alberto Zapater. Casi hubo que ir a rescatar al ejeano, diáfano icono del zaragocismo, mientras el resto del plantel aguardaba en el vestíbulo de la Casa Consistorial, como la imagen que tienen ahí mismo a la derecha muestra. Hablaron en la recepción Alberto Cubero, alcalde accidental (en ausencia de Pedro Santiesteve); Pablo Híjar, consejero de Deportes; y Christian Lapetra, presidente del Real Zaragoza. Además de palabras, después Zapater reclamó hechos. Tras la tradición que marcó el día de ayer, el capitán se exigió y exigió el máximo esfuerzo mañana, que es cuando empieza a ventilarse el asunto de los puntos en la Segunda División. "El equipo ha trabajado bien en estos 40 días. Hay muchos jugadores nuevos. No se puede hacer balance de nada todavía. La competición es otra historia. Hay que empezar bien por todo: por el equipo, por el entorno...", se arrancó el pulmón zaragocista.

El capitán ponderó las virtudes que reúne el Tenerife, adversario en el primer careo liguero, programado para mañana. "El rival estuvo a punto de ascender hace solo unas semanas, aunque también hay jugadores que no siguen. Además, se juega en un campo diferente. No es sencillo para ningún equipo jugar allí (en el estadio Heliodoro Rodríguez López). Cuesta mucho por la humedad. Pienso que el equipo llega preparado para competir", continuó Zapater, que también valoró la competencia en su puesto y el carácter más joven del nuevo Zaragoza: "La exigencia es buena. Y la juventud y la ambición también son buenas. Tenemos que ir más que nunca paso a paso, sumando para coger confianza. Ser el equipo más joven tiene sus pros y sus contras. Hay hambre, y eso es bueno".

Finalmente, Zapater se refirió al alto rendimiento que ofreció durante la pasada temporada y a la visita a la Virgen del Pilar. "Es muy difícil (jugar todos los minutos, como en el curso pasado). Es cierto que no tengo la cabeza como cuando vine hace una temporada. Lo que nos ocurrió hace tenerle respeto a la competición. En cuanto a la visita a la Virgen, el año pasado fue especial porque volvía, y éste porque puede ser el último", sentenció lleno de franqueza Alberto Zapater.

La importancia de la afición

Antes de hablar Zapater para los medios, los políticos desearon lo mejor al Zaragoza, destacando sus fortalezas. "El factor más favorable con el que cuenta el Real Zaragoza es la afición, que es de máxima categoría", subrayó Cubero. Híjar, por su parte, se trasladó hasta el costado social de este deporte: "El fútbol despierta ilusiones en parte de la sociedad, especialmente en las clases populares en las que nos identificamos frente al fútbol elitista". Los dos, Cubero e Híjar, se introdujeron en terrenos deportivos, aunque no en los de La Romareda, sino en alabanza de la apuesta canterista.

Si los ediles prefirieron obviarla, Lapetra sí habló de La Romareda. "Quiero tener presente de forma especial el escenario de la vida del Real Zaragoza, el estadio de La Romareda, que este próximo septiembre cumple 60 años. Su sentido, su razón de ser, va entroncada a la misma a la historia del Real Zaragoza y merece la atención y el reconocimiento de todos cuantos trabajamos en el impulso y desarrollo de la ciudad", repitió. Antes, Lapetra también había dejado claro el objetivo del ejercicio que mañana nace: "Desde luego, afrontamos de nuevo el reto de pelear con los mejores".

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