7 estrenos zaragocistas (realmente, 10) en el fútbol profesional español

Son los 4 venidos del extranjero, Grippo, Buff, Papunashvili y Verdasca; los canteranos Delmás y Zalaya y el joven Febas.

Papunashvili, en la imagen grande. Y, de izda. a dcha. y de arriba a abajo, Buff, Grippo, Verdasca, Febas, Delmás y Zalaya. Los 7 que van a debutar en el fútbol profesional español con el Real Zaragoza este año.
Papunashvili, en la imagen grande. Y, de izda. a dcha. y de arriba a abajo, Buff, Grippo, Verdasca, Febas, Delmás y Zalaya. Los 7 que van a debutar en el fútbol profesional español con el Real Zaragoza este año.
Daniel Marzo

Debutantes en el fútbol profesional español, que no hayan disputado un solo minuto ni en Primera ni en Segunda División, el Real Zaragoza tiene a 7 futbolistas entre los 21 útiles en la plantilla de la que dispone Natxo González en el inicio de liga. Se trata de los 4 fichajes que llegan del extranjero sin haber jugado jamás en España, Grippo, Buff, Papunashvili y Verdasca; de los canteranos Delmás y Zalaya; y del joven Febas.

Esto, utilizando a rajatabla la puridad de la estadística. Pero, si se tiene en cuenta el hecho de comenzar una temporada real, formando parte del reparto de jugadores de un primero equipo profesional con todas las de la ley, el listado debería aumentarse a 10.

Sería obligado introducir en él a los tres jugadores que, aunque sí han tenido la ocasión de estrenarse, simbólicamente, en Primera (Borja Iglesias) o Segunda (Raí Nascimento y Lasure) durante breves minutos, en ningún caso han formado parte de un equipo de rango hasta ahora en el Real Zaragoza, ya que siempre militaron en filiales.

Si el análisis se atiene a la primera cifra, la de 7 de 21, el resultado dice que es el 33 por ciento de la plantilla el que va a conocer por primera vez la experiencia de jugar en la Segunda División española.

Si se añade, por sentido común, también a Borja Iglesias, Raí y Lasure en el listado y, por lo tanto, se observa que son 10 de 21 los debutantes en el ámbito profesional español dentro del nuevo Real Zaragoza, la conclusión es más aparatosa: ese grupo de novatos es el 47,6 por ciento. Prácticamente, la mitad de la plantilla.

Es necesario introducir un matiz relativo a los 4 extranjeros que aterrizan por primera vez en España de la mano del Real Zaragoza. No pueden ser incluidos en el mismo microscopio de análisis.

Por un lado habría que separar a Verdasca, un joven portugués de 20 años con nula experiencia en la Primera División lusa, pese a provenir de la cantera del Oporto.

Por otro, circularía el caso de Grippo, un suizo que pisó la Serie A de Italia brevemente en el Chievo Verona o la Primera de Suiza en el Servette de Ginebra y el Vaduz, además de jugar en Segunda en el Piacenza y el Frosinone italianos o en el Lugano y el el Concordia Basel de su país. Es decir, que sí que presenta cierto peso específico en su trayectoria, especialmente en sus experiencias en el Calcio de Italia, pues la competición helvética, su otro lugar habitual, tiene un nivel inferior y necesita ser tamizado debidamente para poder equiparar cualquier comparativa con el fútbol español, incluso el de Segunda.

Su compatriota Buff, que nunca salió de Suiza hasta ahora, porta en su pasaporte casi 180 partidos en el Zurich, uno de los habituales equipos potentes de aquel país, con participación europea, aunque el último año jugó en Segunda. Y, sobre todo, forma parte de una notable generación de jóvenes futbolistas suizos que hicieron de la selección de ese país una referencia en el fútbol base en la última década, en las categorías sub-16, sub-17, sub-18, sub-19 y sub-21.

Y, por último, Papunashvili, llega de una liga menor, la de Georgia, república independizada tras la desmembración de la Unión Soviética que se quedó con un gran club, el Dinamo Tbilisi (referencial en la extinta URSS), rodeado de equipos sin nivel para replicarle. Ése ha sido su equipo hasta ahora y en el que ha llegado a ser internacional absoluto con su país, habitual rival de España en varias fases clasificatorias de los últimos lustros. En el caso del georgiano es imprescindible aplicar el filtro que transformará su nivel sobresaliente en Georgia en su nuevo rol en la Segunda de España.

La experiencia que traen Grippo, Buff y Papunashvili de sus respectivos lugares de origen debe ser aún traducida una vez se aplique sobre los campos de la división de plata española.

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