Natxo sugiere por primera vez algún déficit de calidad en el equipo

El técnico habla tras perder contra el Villarreal B de "errores que no son fáciles de combatir", de "fallos individuales" y de "situaciones que no se pueden trabajar".

Natxo González da instrucciones a los futbolistas del Real Zaragoza en el entrenamiento de este jueves.
Natxo González da instrucciones a los futbolistas del Real Zaragoza en el entrenamiento de este jueves.
Daniel Marzo

Los tres primeros partidos con sustancia de la pretemporada del Real Zaragoza (descontando los bolos informales del principio contra el Boltaña y el RZD Aragón), ante una terna de rivales de Segunda B -Logroñés, Mirandés y Villarreal B- han derivado, en el corto espacio de 9 días, hacia un estado de cierta preocupación dentro y fuera del vestuario. No solo porque el remozado equipo no logró ganar ninguno de ellos -empate en Logroño, y derrotas inesperadas en Miranda y ante el filial castellonense-, sino porque el fútbol que destila el grupo de Natxo González denuncia demasiada inmadurez, denota muchas carencias de alto rango, incompatibles con la competición oficial, cuando la liga está asomando por la esquina para dentro de solo dos semanas.

El propio entrenador, Natxo González, dentro de la consigna permanente de solicitud de calma y paciencia para todo el zaragocismo ante el inicio de una nueva etapa en el vestuario, dio un giro de tuerca en la noche del miércoles en el campo de Pinilla de Teruel cuando, en caliente, analizó la derrota por 3-1 ante el Villarreal B. El técnico vasco sugirió, con sus medidas declaraciones, que a su plantilla, además de muchas más horas de trabajo y compenetración a base de entrenamientos y más partidos de prueba, también le faltan gotas de calidad en algunos puestos relevantes.

Natxo, al evaluar las máculas de la derrota frente a los jóvenes villarrealenses, siempre hizo dos apartados: por un lado las cuestiones grupales y las que se pueden mejorar con aplicación e insistencia; y, por otra parte, las que no tienen demasiado remedio y pertenecen al ámbito particular de algunos jugadores. Traducido, González está señalando el nivel de calidad, quizá no el deseable, de algunas piezas del engranaje.

"Hay cosas, desajustes, que corresponden al colectivo. Pero otros errores, que no son fáciles de combatir, son fallos individuales. Hay situaciones que se pueden trabajar, pero hay otras que no", subrayó Natxo con intención y claridad en Teruel.

El vitoriano otorgó mayor hondura a sus sensaciones después de esta dolorosa derrota. Ya no se quedó en la superficie, como la semana anterior tras lo visto en Logroño y Miranda de Ebro. Así, dijo que el Real Zaragoza fue "un equipo muy vulnerable", indicó que cometió "errores muy gruesos" y concluyó manifestando que volvía a casa "muy insatisfecho, bastante decepcionado".

Resulta evidente que, en este periodo habitual de críticas laudatorias como siempre es la pretemporada, va a haber un antes y un después de lo vivido hace pocas horas en Teruel frente al Villarreal B. Tras los primeros test de cierta importancia para el reconstruido Real Zaragoza, las exigencias individuales y los replanteamientos dentro del equipo van a empezar a sentirse en lo sucesivo. Llegan 15 días, los que restan para el inicio de liga en Tenerife, donde cada ejercicio y cada examen parcial va a ser decisivo para muchos jugadores. Lo que se está viendo en los primeros días de esta nueva etapa no puede evitar que mucha gente esté sumida en las dudas.

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