El Villarreal B, doble protagonista indirecto del verano zaragocista

El filial amarillo, que ganó a su primer equipo 2-1, sugirió que el amistoso del Real Zaragoza ante el Aragón fuese a puerta cerrada. En Teruel, también superó a los zaragocistas.

Los futbolistas del Real Zaragoza, desolados tras encajar el 2-1 del Villarreal B este miércoles en el amistoso de Teruel.
El Villarreal B, doble protagonista indirecto del verano zaragocista
Daniel Marzo

El Villarreal B, cuestión atípica de por sí, se ha convertido este verano en elemento de referencia en el día a día del Real Zaragoza en varios frentes. Y no solo por ser el rival del tercer amistoso de la pretemporada blanquilla (de rebote, ya que sustituyó a sus mayores, que debieron irse por mandato de la LFP a Argentina a jugar un amistoso contra el Boca Juniors en la misma fecha programada).

Lo más reciente es el partido de la tarde de este miércoles en Teruel, donde los jóvenes promesas del club amarillo, que militan en Segunda B, derrotaron 3-1 al equipo zaragocista con una claridad llamativa. Pero con anterioridad, el hecho de que este pujante Villarreal B diese la primera gran sorpresa del verano en España, ganando 2-1 a sus mayores el 15 de julio, también rebotó en una decisión posterior del Real Zaragoza: la de jugar a puerta absolutamente cerrada un partido similar, entre el equipo A y el B (el Aragón), que el club blanquillo había anunciado como el inicial de su precampaña real, el 22 de julio.

Que el Real Zaragoza iba a vivir un verano difícil está asumido por todo el mundo dentro del club. Es un momento de inflexión en el vestuario, con una remodelación prácticamente completa de un equipo que viene de vivir la peor temporada de su historia moderna, a un milímetro de descender a Segunda B. Infinidad de fichajes, un perfil plagado de gente joven, varias piezas importantes aún por venir, otras tantas que todavía deben salir porque no cuentan, un entrenador y un cuerpo técnico también de estreno... un panorama que, por lógica, necesita tiempo, trabajo, aplicación y cierto recorrido para empezar a recoger resultados y sensaciones de solvencia.

Por eso, observar cómo el Villarreal B le ganaba al Villarreal de Primera División (equipo de competiciónes europeas, 5º clasificado el año pasado) en ese sorprendente amistoso en la Ciudad Deportiva villarrealense, noticia que fue sonora a mitad del mes pasado, puso en aviso al Real Zaragoza y a otros equipos 'mayores' que tenían previsto medirse a sus filiales en días posteriores. Los efectos de un marcador así no son recomendables. Y el cuadro zaragocista, incipiente y balbuceante tanto entonces (hace 13 días) como ahora, evitó riesgos degradando a "un simple partido de entrenamiento" aquel envite que, por otra parte, acabó saldando el primer equipo con un marcador lógico y natural, una victoria por 5-0.

Lo de Teruel, con el mal partido y ese 3-1 adverso contra ese inevitable Villarreal B de este verano, tiene otro tipo de repercusiones para la actualidad del Real Zaragoza. Natxo González y sus jugadores van a tener que resetear su modus operandi a partir de este serio aviso respecto de la inmadurez del grupo para competir con seriedad, con puntos en juego, en muy pocos días. El Villarreal B ha servido de termómetro fiel para marcar el grado de solvencia que, en verdad, tiene hoy en día el Real Zaragoza aún en construcción.

Sin duda, y de manera tan singular como extraña, el filial del Submarino Amarillo se ha convertido de una herramienta muy útil para la evolución del Real Zaragoza en este crucial momento de 2017.

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