Alberto Zapater, por supuesto e indiscutiblemente, y Javi Ros son ya los capitanes in péctore del nuevo Real Zaragoza 2017-18. Da igual que aún no se haya llevado a cabo la elección oficial de ese cargo de representación de la plantilla en el día a día del club. La revolución y transformación que está viviendo la caseta blanquilla tras concluir la catastrófica campaña anterior, está dejando por decantación la figura de ambos centrocampistas como los de más ascendencia moral, personal y de rango sobre la globalidad del grupo.

Zapater, que ya el año pasado regresó al Real Zaragoza para ser el abanderado de la esencia zaragocista en medio de un maremágnum de cambios e inestabilidad permanente en la plantilla (lo hizo junto al ya retirado Cani), no cabe duda de que repite su rol, si cabe con mayor peso específico por la diferencia de edad que existe entre él (32 años) y la mayoría de los recién llegados. En el caso de Javi Ros (27 años), el papel le cae por su propio peso, por su talante serio y responsable, por su carácter en el campo, en los entrenamientos. El de Tudela solo lleva año y medio en Zaragoza pero, en tiempos de tantas mudanzas, ese trecho es suficiente para ser uno de los más ‘viejos’ del lugar. Además, Ros ya fue capitán en su anterior club, el Mallorca, pese a no ser de los más veteranos de aquel plantel, hecho que denota su carisma natural dentro de un vestuario.

El caso es que, en estos primeros días de pretemporada, cuando todo el mundo está en esa lenta y cuidadosa fase de conocimiento mutuo, en las pocas ocasiones donde ha sido necesario algún movimiento entre cuerpo técnico y plantilla, entre jugadores y entrenadores o dirigentes, ha emergido de manera tácita y refleja el dúo de representación del equipo: Zapater y Ros. La imagen de Natxo González, el nuevo entrenador del Real Zaragoza, charlando este miércoles con los dos durante varios minutos, justo después de comunicar a Irureta, Bedia y Barrera que no van a seguir participando en los ejercicios tácticos ni en los partidos amistosos a la espera de que solucionen su finiquito con el club, es el detalle más claro de esta situación.

Seguramente, cuando llegue el momento de elegir los capitanes del nuevo vestuario (suele hacerse cuando la liga ya se acerca, un poco más adelante), lo de Zapater y Ros no necesitará de ninguna ‘campaña electoral’ en la caseta.