Un cambio de dirección en el acuerdo pactado entre Bruno Perone y el Nástic de Tarragona para que el central se desvinculara y firmara por el Real Zaragoza ha complicado su fichaje por el club aragonés para las próximas dos temporadas. El central brasileño había apalabrado con el Nástic una indemnización que él mismo iba a asumir de su bolsillo y así se lo había garantizado al Zaragoza, pendiente de que solucionara su salida, pero, ayer, cuando estaba previsto que el futbolista abonara esa cantidad, surgieron discrepancias con los métodos y plazos de pago, por lo que la operación entró en una fase de bloqueo que importunó notablemente al Real Zaragoza y también a Bruno Perone, que había puesto todo de su parte para que la operación cristalizara y estaba deseando recalar en La Romareda.

Durante la tarde, hasta bien avanzada la noche, se intentó reconducir la situación, pero el Nástic se cerró en banda. Bruno Perone puso todo de su parte para firmar por el Real Zaragoza ayer, pero la negociación ha sufrido un importante retroceso.

El acuerdo de Perone, de 30 años, un central fuerte y agresivo, con el club aragonés estaba cerrado desde hace algunos días. La insistencia de Lalo Arantegui una vez que el jugador fuera renovado hace dos semanas y el aval de Natxo González, que también ha conversado con el defensa a lo largo de las últimas semanas, había resultado capital para convencerle. Tanto, que Bruno Perone dio su palabra al Zaragoza de asumir los costes que pudieran derivarse de su salida del Nástic.

Llegado ese punto, los problemas surgidos en el pago han paralizado la operación. El Zaragoza va a apurar un poco más en busca de una solución con Rodri Baster, dueño de la agencia Promosport y empresario a cargo de las decisiones ejecutivas del Nástic. Si en las próximas 24 horas no se reconduce la situación, Lalo Arantegui agilizará otras alternativas, como Mikel González, recién desvinculado de la Real Sociedad.

El Real Zaragoza no lo tenía como prioridad, pero las complicaciones de última hora han provocado que el club aragonés haya movido ficha. Mikel González es un central con un caché alto y con opciones sugerentes en ligas extranjeras y en Primera División. Tiene 31 años y ha militado las últimas 12 temporadas, toda su carrera, en la Real Sociedad.

El presidente del Nástic

Los problemas con Perone los adelantó por la mañana el presidente del Nástic, Josep Maria Andreu: "Perone es jugador del Nástic. Le queda un año de contrato y queremos que continúe. Espero y deseo que sea así. No tenemos intención de traspasarlo. Otra cosa es vender a un jugador a un Primera División, que eso es algo que no podemos evitar… Si paga la cláusula, se puede marchar. Pero esa cláusula es de tres millones de euros", indicó el dirigente del club de Tarragona.

Evidentemente, Bruno Perone y el Nástic habían llegado a un acuerdo económico por una cantidad notablemente inferior a ese importe de la cláusula, antes de que las discrepancias en el método de pago de esa rescisión de contrato entorpecieran el que iba a ser el décimo fichaje veraniego del Real Zaragoza, el último en la línea defensiva, zona del campo a la que solo le falta la llegada de un último central que acompañe a Jesús Valentín, Simone Grippo y Zalaya.