El club incorpora a Cani a la secretaría técnica

El último gran jugador aragonés anunció su retirada la pasada semana. Pasará a desempeñar funciones técnicas a partir de septiembre.

Cani, en su descenso del túnel en el día de su retirada la semana pasada.
Cani, en su descenso del túnel en el día de su retirada la semana pasada.
Oliver Duch

Del campo a la oficina. Cani, el último gran jugador aragonés, seguirá en el Real Zaragoza como técnico. En un principio, pasará a ocupar labores de ojeador, función que antes desarrollaba Javi Suárez. Será en septiembre próximo cuando la dirección deportiva zaragocista asignará a Cani las funciones concretas.

El Real Zaragoza pretende potenciar su área de captación. En este objetivo, considera que Cani puede ofrecer su gran experiencia como jugador de calidad para hallar nuevos valores que enriquezcan en un futuro al Real Zaragoza. Este hecho, el traslado del terreno de juego al despacho, ya estaba contemplado como opción en el último contrato que firmó el jugador, el de su regreso al Real Zaragoza en julio de la temporada pasada.

Cani y su magia ya no posarán más sobre La Romareda. Rubén se dedicará ahora a viajar por los campos de España intentando captar nuevos talentos, estudiando rivales, viendo fútbol, siempre con el objetivo de dar lo mejor para el primer club aragonés.

A punto de cumplir los 36 años, Cani dejó los mejores años de su fútbol en el Real Zaragoza y en el Villarreal. Al club aragonés se incorporó desde el Stadium Venecia. En la Ciudad Deportiva del Real Zaragoza desarrolló toda su etapa formativa. Jugó en los infantiles, cadetes y juveniles, siete años en total, hasta marchar un año cedido al Utebo de Tercera División con Ángel Chamarro como técnico. Regresó al Real Zaragoza para integrar las filas del Real Zaragoza B, con Manolo Villanova como entrenador. Después, ascendió al primer equipo con Marcos Alonso, debutando ante el Barça en mayo de 2002.

Permaneció en el Real Zaragoza hasta junio de 2006, con hitos tan importantes como el Galacticazo de Montjuic o el 6-1 al Real Madrid en la Copa del Rey del mismo 2006. La venta de Cani al Villarreal fue la última operación inmediatamente anterior al cambio de propiedad en el club, con la entrada de Agapito Iglesias. Mientras el Zaragoza iniciaba una regresión que a punto ha estado de causar su desaparición, Cani confirmaba en el Villarreal todo lo bueno que apuntaba. Nueve años en el Madrigal le dieron para convertirse en el tercer jugador que más veces ha vestido la camiseta del Submarino Amarillo, solo superado por Bruno Soriano y Marcos Senna. Tras un efímero paso por el Atlético de Madrid y el Deportivo de La Coruña, regresó a Zaragoza en julio de 2016. Este año disputó 32 partidos, siendo su participación decreciente para los técnicos Milla, Agné y Láinez. A punto de concluir la temporada, anunció su posible retirada, hecho que confirmó la semana pasada.

El club, consciente de su implicación y profundo sentir zaragocista, lo incorpora ahora al cuerpo técnico del club. Del mismo modo que realizó una fructífera labor en el terreno de juego, se anhela que Cani aporte su sabiduría futbolística a la hora de la captación y el análisis de los jugadores. Con las limitaciones económicas que sufre la entidad aragonesa, el acierto de sus técnicos se antoja fundamental en el futuro de un club que desea recuperar el territorio que la pertenece en el fútbol español.

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